Odiadores «haters»

Escrito por Raúl Castillo Merlos
Viernes, 08 Septiembre 2017 17:12

Desde hace algunos años, impulsados por el auge de las redes sociales, venimos conviviendo digitalmente con una nueva especie “humana” de la peor calaña, los “haters”, en español, “odiadores”..
 
Son usuarios de redes sociales, foros de debate, blogs, etc. y básicamente se dedican a negativizar cualquier actuación u opinión, sobretodo, de personas públicas. Son incapaces de ver el lado positivo de las cosas, critican, insultan y agreden dialécticamente desde su posición de cuasi anonimato.
 
Hay otra característica que les es propia, la sensación de impunidad. Escriben y dicen lo que les viene en gana, sin plantearse las consecuencias jurídicas derivadas de los perjuicios emocionales o el daño que le pueden causar al destinatario del mensaje o incluso a una colectividad de personas. Y lo hacen porque no sienten empatía, porque sienten que la verdad es suya y de nadie más, que si discrepas o no compartes su opinión, mereces el peor de los destinos.
 
Curiosamente, hay un perfil específico de personas, que coinciden de manera idéntica con estas características, y no son otros que los psicópatas. Las personas con rasgos psicopáticos, no sienten culpa, ni empatía, pero racionalmente son capaces de discernir lo que está bien y mal.
 
Hace pocos días, una usuaria de las redes sociales llamada Rosa María Miras, escribió lo siguiente en una red social, dirigido a nuestra compañera de partido y líder de la oposición en Cataluña, Inés Arrimadas: «Escuchando a Arrimadas en el debate de T5 sólo puedo desearle que cuando salga esta noche la violen en grupo, porque no merece otra cosa semejante perra asquerosa».
 
Estas palabras abominables, en las que una mujer pide que otra sea violada en grupo, no solo han hecho visible el problema ante el que nos encontramos, sino que ha sido el detonante para que seamos conscientes de que, una vez más, la sociedad está evolucionando mucho más rápido que nuestro Estado de Derecho. Tenemos que buscar la forma de hacer llegar el mensaje claro y rotundo a estos odiadores, de que no vamos a permitirles seguir sintiéndose impunes, que cada vez que insulten, agredan o manifiesten su sentimiento de odio contra una o varias personas, su conducta será perseguida y castigada, y que no vale todo con el simple hecho de ocultarse tras un perfil o pseudónimo virtual. Estas conductas pueden y deber de ser perseguidas y condenadas, no podemos seguir mirando hacia otro lado mientras el monstruo cada vez es mayor.
 
Seguramente nunca podremos evitar que los odiadores dejen de odiar, está en su naturaleza, pero yo sí soy capaz de verle el lado positivo a las cosas. Los afectados, sí podemos evitar que su patología les afecte a otras personas, siendo valientes, denunciando, como ha hecho Inés y mostrándoles cuál es su destino si no inhiben su impulso enfermizo, que no es otro que los juzgados.
 
Raúl Castillo Merlos
Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Sagunto

 

 

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