En estos momentos la plantilla de trabajadores y trabajadoras de la SAG (junto con el Plan de Empleo), asciende a casi 500 personas. Al menos, 250 de las cuales, no han podido disponer de taquilla, y el vestuario, por turnos.

 

La flota motorizada de la empresa asciende a más de 100 vehículos, entre barredoras, camiones de recogida y lavado, y demás. Con órdenes de compra de nuevos vehículos y maquinaria de 2017 que aún no se han hecho efectivos.

 

Por si todo esto fuera poco, la ubicación actual de la sede social de la SAG se encuentra entre centros escolares, y en una avenida con una afluencia de tráfico escandalosa al actuar como nexo de unión entre los principales núcleos del municipio. Donde estar sacando y metiendo vehículos que por sus características dificultan la fluidez, no supone otra cosa que un evidente riesgo.

 

Con todas estas premisas parece que nos dirigimos a la “crónica de una muerte anunciada”, en este caso, la actual sede de la empresa municipal, la SAG.

 

La empresa no sólo es próspera, con unas expectativas de futuro más que prometedoras, sino que también supone (y puede llegar a suponer), un motor de creación de trabajo directo para este municipio. Como EUPV apuesta desde el principio.

 

La SAG necesita una nueva sede, que permita incrementar su flota, que permita incrementar su plantilla, y que suponga una garantía de paso sin perjudicar el tráfico rodado. Tanto para peatones como para trabajadores y trabajadoras.

 

Pudiéramos estar todos y todas conformes con esta idea, puesto que parece irrefutable con las premisas antes establecidas, pero el problema viene en la forma de llevarlo a cabo.

 

Desde EUPV lo tenemos muy claro. Corresponde que el Ayuntamiento de Sagunto, como socio único de la empresa, apostar por una clara capitalización y promesa de futuro. Asegurando así la continuidad de la misma. ¿De qué manera? Es sencillo, otorgando la propiedad de terreno municipal suficiente que permita no sólo el aumento de m2 para ser ocupados, sino también, ampliar el capital (y con ello imagen externa) de la empresa.

 

Esta postura garantiza la permanencia de la empresa, de los puestos de trabajo, y de la creación de nuevos. Pero claro, no todos apostamos por ello. Ahora viene el momento decisivo de posicionarse, y dejar claro quién apuesta por la empresa pública, los puestos de trabajo y su continuidad; y quién, por el contrario, prefiere dar una imagen desastrosa de la empresa y optar por privatizarla.

 

Elijan ustedes. Sean valientes. Yo lo tengo claro, nueva sede, más capital, más garantías y más trabajo para este municipio. La SAG sí que somos todos y todas, que no te engañen.