No tengo costumbre de responder a quién conteste a mis escritos. Todos tenemos derecho a tener nuestra propia visión y opinar sobre todo. Faltaría más.
Ocurre que en el anterior número de este periódico el Concejal de Mantenimiento contestaba a una reciente columna mía donde hablaba de la, para mí, evidente desproporción de inversiones y proyectos del Consistorio entre Sagunto y el Puerto.
Lo que no se puede hacer, y este señor hace, es suponer interesadas y venenosas las intenciones de cualquier crítica discrepante, vicio muy español que no sé cuándo vamos a superar. La frase: “Quién suscribe, estoy seguro de ello, conoce sobradamente algunas de las cuestiones y sencillamente lo hace para generar malestar y división entre la ciudadanía”, por lo insultante, me obliga a dejar a un lado mis costumbres y contestar a este señor.
Lo que me llama la atención es lo poco claro que tiene que él mismo es parte del Equipo de Gobierno de un Ayuntamiento muy complejo y con muchos problemas, que solo lleva dos años en el cargo, y, que el Ayuntamiento somos todos y por tanto no tiene porqué salir a defenderlo como si fuese algo solo suyo. No creo que este señor crea que los temas mal resueltos, o sin resolver, están bien así y no haya que solucionarlos, o no esté dispuesto a solucionarlos. Entonces ¿Porqué le molesta que alguien tenga la osadía de recordar problemas y/o proponer soluciones?
Por ejemplo: en el escrito citado me quejo de lo mal comunicado que está el Puerto con Canet, del peligro y molestias que esto representa, a la vez que se acaba de aprobar una inversión de tres millones para mejorar la conexión Sagunto-Canet. Me contesta con unos datos histórico-económicos que más o menos conocemos todos. ¡Estupendo! Me quejo de la falta de unos puentes con Canet y el señor concejal me contesta con datos que a él parecen consolarle (repito: no necesita justificarse ya que lleva cuatro días en el cargo). ¿Era para ello necesario titular su escrito “Verdades a medias mentiras interesadas”? Titula tratándome de mentiroso para luego en su escrito olvidarse de demostrarlo. ¿me puede explicar en qué consisten esos oscuros intereses que me achaca? Lo que sí se aprecia perfectamente es que ambos visualizamos los problemas, solo que él parece tener interés en enfangar para justificarlos y yo, como ciudadano del Puerto, lo que quiero es ver soluciones.
Lo peor de todo, la actitud. Resulta muy triste comprobar que cuando se habla de algo que no les gusta o les molesta, aquellos que cobran de nosotros y están para trabajar, en vez de solucionar o dar las explicaciones pertinentes se afanan en insultar al valiente que se atreva a realizar una queja o una reflexión en voz alta.
Debe ser eso lo que entienden por Participación Ciudadana.
