La semana pasada escribía sobre Sagunto y Puerto y la falta de planes claros para ambas ciudades. En mi opinión no ha habido en nuestra reciente historia ningún equipo de gobierno capaz de crear un plan coherente con las necesidades presentes y de futuro de nuestros pueblos.

 

Si es difícil gobernar un pueblo, mucho más complicado es gobernar dos con un solo consistorio, con el handicap, además, de tener que simular frecuentemente que se trata de uno solo y que las medidas que se toman valen por igual para el de arriba como para el de abajo. Para ello habría que ser maravillosos gestores y parece que no es el caso.

 

En la columna anterior hablaba de lo mal atendidas que están las necesidades del Puerto, que es el pueblo en el que vivo y por tanto mejor conozco. Lamentaba la falta de un plan estratégico consensuado entre todos los partidos políticos, un plan que visualizara las necesidades presentes y futuras y que estableciera las correspondientes prioridades de actuación. Pero hoy de lo que quiero hablar (no es la primera vez que lo hago desde estas columnas) es de lo que podríamos llamar plan B: se trata de que carecemos de un Plan de Emergencia.

 

Teniendo varios polígonos industriales en el término, disponemos de auténticas bombas de relojería en nuestro entorno como Saggas, Fertiberia y otros. Sabemos que este pueblo depende de los puestos de trabajo que estas empresas proporcionan, por tanto, partiendo de que a nadie interesa que se vaya ninguna empresa, recordar a quien corresponda que estos pueblos no tienen ningún plan de emergencia, a no ser que exista en secreto.

 

Dentro de lo que sería ese plan de emergencia creo imprescindible, entre otras cosas, prever cuales serían las vías de evacuación. En Sagunto Ciudad habría que hacer un estudio, lógicamente realizado por expertos, para ver si las salidas hoy presentes son suficientes o habría que habilitar alguna más, o bien proceder a alguna reforma de las ya existentes.

 

Sin olvidar que la última palabra la tendrían los expertos, el plan de evacuación para los que vivimos en el Puerto se ve muy complicado, no solo por nuestra mayor cercanía a los potenciales peligros sino también por las pocas salidas hábiles que tenemos. Por el sur las escasas salidas son muy cercanas a los potenciales peligros y la mejor de ellas dotada de un vado inundable. Por el oeste últimamente han mejorado bastante los viales y quizás podrían darse por buenos, pero… la salida más lógica por aquello de poner rápidamente distancia con el peligro, el norte, estamos pillados por el Palancia con muy escasas salidas en una trampa que podría ser mortal en el peor de los casos.
Ayuntamiento, Diputación ¿Hay alguien ahí? ¿De verdad no son conscientes del peligro?