Atrevimiento

Escrito por Fernando López-Egea López
Viernes, 24 Noviembre 2017 19:00

Si tuviera que definir los tiempos que vivimos, no dudaría en definirlos en dos vertientes. La primera recuperando a Ramón María del Valle Inclán de “Esperpénticos”, donde lo grotesco y la tragicomedia se mezclan dando como resultado un goyesco retrato de la realidad española. La segunda y coincidiendo con el 150 aniversario del Manifiesto Comunista de Marx y Engels de profundamente injustos y lesivos para la clase trabajadora.
 
Cuando millones de personas siguen buscándose la vida, en paro, con contratos temporales y en precario, muchos de ellos basuras. Cuando la caja de la Seguridad Social se dinamita y se potencian los planes privados de pensiones. Cuando la industria es progresivamente exterminada – representaba el 35 % en los años 70, ahora el 17 % -. Cuando el internacionalismo y la unidad de la clase trabajadora se sustituye por alianzas con la burguesía catalana sustituyendo la alianza de clase por la alianza territorial.
 
Cuando la corrupción llega a los extremos de tener un Gobierno cuyo partido se ha financiado en B y no pasa nada, se les sigue votando. Cuando Montoro aplica Amnistía fiscales y sitúa el endeudamiento de la Administración Central en más de un billón de deuda pública y 30.000 millones de intereses al año y se atreve a intervenir Ayuntamientos y Comunidades Autónomas. Cuando todo esto está ocurriendo en este Estado, en un nuevo ejercicio de haber perdido la cabeza, nuestros políticos en el Congreso, sin pruebas y recuperando teorías conspirativas como señales de humo para entretener al pueblo, nos hablan de hacker rusos (Putin) y venezolanos (Maduro) en guerra con España dedicados a apoyar la independencia de Cataluña. Es más, se atreven a decir que el Kremlin financia al partido “Podemos.” Es de traca, cuando no insultante, que nos entretenga de esta manera y no se hable de los verdaderos problemas de la gente.
 
Yo me pregunto ¿Dónde están los debates políticos y las propuestas entorno a como crear la sociedad del pleno empleo o si no es posible a que todo el mundo pueda tener cubiertas sus necesidades básicas tal y como establece la propia Declaración Universal de Derechos Humanos? ¿O para plantear un debate sobre una nueva organización del tiempo de trabajo, mediante su reparto, compaginandolo con la vida familiar, el ocio y el tiempo libre , aprovechando los avances tecnológicos y la Robótica para que estén al servicio de una vida mejor y no de los intereses exclusivos de los beneficios los del capital?. ¿Y Dónde están las políticas para ejercer el derecho a una vivienda digna y accesible? ¿O plantear un cambio constitucional para brindar la universalidad y gratuidad pública de la Sanidad y la Educación?
 
Lejos del atrevimiento de la propuesta, del entusiasmo por construir una sociedad igualitaria con nuevos paradigmas, se suceden las telenovelas para embotar las conciencias y desmovilizar cualquier conflicto social que pudiera generar alternativas.
 
Soy consciente que la derecha y el capital no tienen ninguna intención de ello, es más, contribuyen al aburrimiento y desconexión de la población. Pero es una obligación de la izquierda anticapitalista volver a recuperar el discurso de la utopía, de la propuesta alternativa, del atrevimiento, del modelo de sociedad donde cuestiones como pleno empleo, reparto del trabajo, reducción de la jornada laboral, legislación laboral que permita estabilidad y salarios dignos, defensa pública de la sanidad y la educación, industrialización, desarrollo sostenible y decrecimiento, banca pública y ética, reparto de la riqueza, plusvalía, medios de producción, la democracia radical, el proceso constituyente, la república, la desmilitarización y la salida de la OTAN, la apuesta por el municipalismo, el Estado Federal y Republicano, el internacionalismo, la contradicción entre capital y trabajo, el feminismo... constituyan el eje de un nuevo paradigma para una nueva sociedad.
 
Este año cuando se cumplen 150 años de la publicación del Manifiesto Comunista de Marx y Engels además de recomendar su lectura y estudio para no perder el horizonte, me gustaría hacer un pequeño homenaje recordando algunos textos de forma breve, para que sirvan de reflexión en pleno siglo XXI.
 
La primera esencial “la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases”. Afirmación tan evidente que el multimillonario Warren Buffet así la ha utilizado, eso sí, diciendo que la van ganando ellos.
 
La segunda no menos esencial. Dice ¿Cómo se sobrepone a las crisis la burguesía? De dos maneras: destruyendo violentamente una gran masa de fuerzas productivas y conquistándose nuevos mercados, a la par que procurando explotar más concienzudamente los mercados antiguos. El problema es que ha llegado un momento donde la crisis de sobreproducción es tan evidente que el planeta tierra se les ha quedado pequeña.
 
La tercera dice La existencia y el predominio de la clase burguesa tienen por condición esencial la concentración de la riqueza en manos de unos cuantos individuos, la formación e incremento constante del capital; y éste, a su vez, no puede existir sin el trabajo asalariado.
 
Respecto a la posición Nacional. Los comunistas no se distinguen de los demás partidos proletarios más que en esto: en que destacan y reivindican siempre, en todas y cada una de las acciones nacionales proletarias, los intereses comunes y peculiares de todo el proletariado, independientes de su nacionalidad.
 
Por último, en este pequeño homenaje a tan importante obra Los comunistas no forman un partido aparte de los demás partidos obreros.
 
Como pude oír hace poco a Carlos Taibo, tenemos que buscar una salida del capitalismo no de la crisis, ya que el capitalismo es la crisis.
 
Atrevimiento por favor, atrevimiento.
 
Fernando López-Egea López

 

 

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