Parece que este año se aprobarán los presupuestos en tiempo y forma. Ya era hora. Esperemos que no haya sorpresas de última hora y la liquidación de las cuentas municipales 2023 arroje números verdes, vital para suscribir un nuevo préstamo que permita financiar algunas inversiones municipales, previstas para el ejercicio entrante. La verdad es que en este nuevo Gobierno se nota mucho que no está Compromís, incordiando en la negociación del presupuesto, intentando repelar más partidas para el casco histórico. Con doce concejales del PSOE y la presencia testimonial del único representante de EU-UP, Roberto Rovira, todo rueda con más fluidez.
En el capítulo de las anécdotas, cabría mencionar que no ha pasado desapercibida la rueda de prensa que protagonizaron Toni Iborra y Rovira, en la que dieron cuenta del calendario previsto para presentar el presupuesto ante las distintas instancias. Iborra, que es el nuevo concejal de Hacienda, lo habrá hecho con la mejor intención, pero ha demostrado que en esta materia anda todavía un poco verde. Supongo que, para el año próximo, ya habrá aprendido la lección. Lo normal, lo que se ha hecho siempre, es presentar los presupuestos y sus datos más relevantes.
En cuanto a las cuentas consistoriales, podría decirse que estamos ante un presupuesto continuista, como no podía ser de otra manera, ya que el municipio está gobernado desde 2015 por fuerzas progresistas y desde 2019 ocupa la Alcaldía el socialista Darío Moreno. De los cerca de 98 millones de euros presupuestados para este 2024, más de dos tercios se destinan a pagar la nómina de personal y el gasto corriente. Mientras estos capítulos no se reduzcan, es evidente que la parte destinada a las inversiones será la pariente pobre. Téngase en cuenta que números tan abultados pueden conducirnos a conclusiones erróneas.
El programa de inversiones previsto para el año que viene se sitúa en 17,3 millones de euros, parece mucho dinero, pero si se entra un poco en el detalle, se observa que 7,2 millones proceden de la Generalitat, dentro del Programa Edificant para la construcción de infraestructuras educativas en el municipio, y de otras administraciones, con los que se financiará, además, el Plan de Sostenibilidad Turística. Por tanto, de los diez millones que nos quedan, se financian con préstamos seis y se confían a la venta de solares municipales, hasta la fecha fallida, unos 3,6.
Con fondos propios el municipio solo puede asumir actuaciones por valor de medio millón de euros, todo ello, a pesar de la generalizada subida de impuestos que aprobaron hace poco. Al final, no es oro todo lo que reluce. Aguardemos a la liquidación del presupuesto 2023 para conocer si se cierra con números verdes y, sobre todo, cuál ha sido la recaudación real.
