La ciudad que viene

Escrito por Pablo Abelleira Barreiro
Martes, 05 Diciembre 2017 16:59

Necesitamos una ciudad que sea inclusiva, segura y amigable. Como planificamos, construimos y gestionamos nuestra ciudad para crear el mejor futuro posible para nosotros, nosotras y las próximas generaciones trata el siguiente análisis.
 
Está bien claro que la gente de nuestro municipio trabaja, piensa y actúa de manera muy diferente a un pasado que no es muy lejano y en consecuencia el ambiente en el cual desarrollamos nuestras vidas ha cambiado sustancialmente en términos similares. El espacio urbano ha cambiado en su configuración y en su funcionalidad, en su escala y densidad y en la formulación social, cultural y de nuevos grupos étnicos.
 
En este contexto de nuevo desarrollo urbano la gestión y la legislación juegan el papel más fundamental. Instituciones con mecanismos que den respuesta a todo tipo de conflictos y desarrollen un entorno urbano que genere prosperidad, con todas las garantías de igualdad, justicia y respeto y que inspiren respeto. Hablamos de transformación urbana y pedíamos una oportunidad para desarrollar nuestras ideas para transformar la ciudad.
 
Una gran ciudad no lo es por accidente. La planificación urbanística, las regulaciones y las finanzas no se deben dejar a la espontaneidad. Impulsar una sólida estructura urbana en la que los derechos individuales y las oportunidades sean respetadas al máximo.
 
El buen gobierno debe prevenir los conflictos, facilitar la estabilidad, adaptar las necesidades ciudadanas para los retos del futuro modelo de ciudad en un panorama cada vez más competitivo. Municipalismo es la clave de proximidad para trasladar los buenos principios de gestión urbana. Los gobiernos locales del cambio tienen el potencial para consolidar positivamente las relaciones entre la ciudadanía y las instituciones sobre todo en aquellas situaciones donde las administraciones autonómicas y nacionales fallan una y otra vez.
 
El Sagunto de hoy es más complejo y necesita un fluido dialogo. Entre las gentes, entre las distintas instituciones, entre la gente y las instituciones. Lo público debe de ser capaz de prevenir que los servicios básicos lleguen a todos y todas, para esto la gente necesita información acerca de las decisiones que son tomadas por el ayuntamiento y como el dinero público es gastado.
 
Mejorar nuestros servicios, mejorar las infraestructuras y fomentar el dinamismo económico de nuestra ciudad depende en gran medida de las relaciones entre el gobierno y las diferentes entidades privadas y núcleos asociativos a nivel local. El buen funcionamiento de las relaciones entre el sector público y privado basadas en la participación, transparencia y civismo son la clave para el desarrollo urbano.
 
En términos del funcionamiento diario de la autoridad municipal, los sistemas de organización interna juegan un papel fundamental. La manera en que las tareas son planificadas y organizadas, la supervisión es ejecutada, los procesos son coordinados me hacen ser muy crítico con el funcionamiento de nuestro consistorio. Las ciudades más prosperas lo son por el buen funcionamiento de las instituciones locales diseñadas según sus necesidades y posibilidades financieras. La ejecución de un presupuesto con los máximos protocolos de transparencia debe ser la base de nuestro sistema de gestión y el reflejo económico de la voluntad política de un gobierno. Creemos desde ADN que quizás nuestros socios de gobierno pecan de ciertos hábitos de los partidos tradicionales y de sistemas ya caducos, pero estamos aquí para transformar la gestión y promover un municipalismo del siglo XXI.
 
Existe un potencial para el éxito y debemos actuar con convicción, con ambición. La aprobación de los presupuestos cerrara un gran proceso de urbanización para toda la ciudad. El buen gobierno y unas nuevas reglas a nivel nacional en cuanto a competencias y aumento de gastos subvencionables serían el apoyo definitivo para llevar a cabo un nuevo modelo urbano. Urbanizar debe ser realmente inclusivo, con instrumentos participativos. La planificación y las buenas prácticas de gobierno son cruciales. Nuestra ciudad se puede convertir en un modelo económico a seguir y un referente de las políticas municipalistas.
 
Pablo Abelleira Barreiro
Concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Sagunto
Modificado por última vez en Martes, 05 Diciembre 2017 17:02

 

 

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