En Sagunto se da la incoherente situación de vivir a tan solo 10 minutos a pie (aproximadamente a unos 2 kilómetros) de una fábrica, un almacén, una oficina etc..., ubicada en los diversos polígonos industriales existentes en esta ciudad, que no son pocos, como el Polígono Sepes, Camí La Mar, Polígono Alto Horno (antes Ingruinsa), Vallesa, terrenos de la IV Planta ( con empresas como Pilkington, AGC), Bajo Vías, Parc Sagunt I, futuro Parc Sagunt II etc y los trabajadores, una servidora se incluye, se encuentran en la obligación durante años y años de utilizar el coche hasta su lugar de trabajo, ya que es casi misión imposible desplazarse a pie o circular en bicicleta con seguridad hasta él.

 

Lo lamentable, lo que se entiende menos , es que no exista en la mayoría de los mencionados polígonos un servicio de línea urbana de autobús.

 

Los polígonos industriales son los grandes espacios olvidados, y por desgracia, foco de gran cantidad de situaciones de riesgo de circulación, en especial para peatones y ciclistas. En ocasiones, no tienen la iluminación adecuada, los caminos están llenos de arbustos y maleza, no tienen aceras dignas y por supuesto, no tienen pasos de cebra o carril bici.

 

¿Tan poco valora el ayuntamiento y la ciudadanía estos lugares? ¿por qué un empleado puede ir caminando a su trabajo situado en el centro de la ciudad pero no si está en un polígono cercano?

 

El suelo urbano industrial debe diseñarse teniendo en cuenta a las personas. En distancias cortas se pueden buscar soluciones sostenibles para poder elegir cómo ir a trabajar, bien sea andando, en bici o en transporte público, tratando de confinar el coche para distancias medias y largas.

 

A día de hoy, el modelo de movilidad urbana predominante en Sagunto se basa aún en el vehículo particular a motor, sin embargo, se está llegando a un uso excesivo de este medio privado, generando un sinfín de problemas sociales y ambientales como la contaminación del aire, el ruido, la congestión del tráfico y la falta de seguridad.

 

En mi opinión todo esto pone en riesgo la habitabilidad saludable en mi querida ciudad, la que me vio nacer. Además, es algo que va en contra de la sostenibilidad y del progreso.

 

Hay que tener muy en cuenta el desarrollo extraordinario de esta maravillosa ciudad y lo que aún queda por crecer. Entonces miremos todos juntos más allá y que sea de forma segura y responsable.

 

Por una movilidad urbana sostenible, cambia de transporte, cambia el mundo.