Margarida Borrás (I)

Escrito por José Manuel Pedrós García
Viernes, 07 Julio 2017 16:20

Desde los años noventa del siglo XX hasta la actualidad, la evolución que ha experimentado la aceptación de los transexuales, por parte de la población en general, ha sido muy importante, y aquella consideración de sodomitas, desviados o pervertidos, que en un pasado tenían, no sólo los transexuales, sino todos los miembros del colectivo LGTBI, ha ido, afortunadamente, cambiando, aunque todavía queda un poso importante entre algún grupo ultracatólico o extremista que los sigue estigmatizando de una manera cruel.
 
Las manifestaciones del orgullo LGTBI, que en todas las grandes ciudades, en mayor o menor medida se dan (la manifestación del sábado pasado en Madrid fue apoteósica, de un colorido y una magnitud sin precedentes, y acogió a colectivos de diferentes partes del mundo), todas esas manifestaciones, aunque sea de una manera folklórica, han contribuido a que se conozcan sus reivindicaciones y se les acepte como son, mientras proclaman la necesidad de avanzar en la concienciación social y en la culminación de nuevas leyes que eviten la discriminación de cualquier persona por motivos de orientación sexual o identidad de género.
 
Margarida Borrás fue una transexual de la Valencia del siglo XV, llamada originalmente Miquel, que fue ahorcada, a consecuencia de su identidad de género, el 28 de julio de 1460, siendo en la actualidad un icono para la defensa de los derechos LGTBI en Valencia.
 
Se cree que fue hija de un importante notario de Mallorca, y debió frecuentar los círculos de la alta sociedad valenciana de la época, llegando a tener una posición acomodada. Fue apresada, torturada y ejecutada en la horca de la Plaza del Mercado de Valencia, de la misma forma que se hacía en la Edad Media con los criminales, parricidas y sodomitas, en su caso por identificarse con el género femenino y vestirse y comportarse como mujer.
 
El profesor Vicent Josep Escartí escribió en la década de 1990 un artículo sobre los hechos y su muerte, que tuvo una relevancia importante entre el colectivo LGTBI de Valencia, hasta el punto de llegar a convertir a Margarida en un emblema del que todos los miembros del colectivo se sienten dichosos.
 
En 1995, LAMBDA (Col·lectiu de lesbianes, gais, transsexuals i bisexuals de València) instauró el Premio Margarida Borrás, para las personas y entidades que destacaran por su trabajo contra la discriminación por identidad sexual o de género, así como por defender los derechos del colectivo LGTBI, como homenaje a la primera persona que, según consta, murió en Valencia por el odio y la discriminación motivados por el hecho de mostrarse tal y como se sentía.
 
En enero de 2016, el «Consejo por la Mujer y por la Igualdad del Ayuntamiento de Valencia» decidió dedicarle una calle junto a otras 36 mujeres que no tuvieron la oportunidad de obtener ninguna conmemoración a lo largo de la historia, y el 17 de mayo de 2017 fue colocada una placa de homenaje en la Plaza del Mercado, donde Margarida fue ejecutada.
 
José Manuel Pedrós García

 

 

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