¡Cómo! Un gobierno con rotondas

Escrito por Francisco Gómez Caja
Viernes, 02 Junio 2017 15:44

Hace unas semanas hablaba de la fiscalidad del país vasco, uno de los problemas que han creado los políticos a nivel de Estado.
 
A nivel de mi pueblo los políticos muy pocos aprueban, y los que más suspenden son los que están gobernando sin ideas propias apegados al sol que más calienta, y en beneficio a sus propios intereses, les importa muy poco el pueblo y las personas, aunque te conozcan solo eres un ente, una materia prima para explotar, y a los que les decimos las verdades nos rehúyen la mirada. (Hubo un momento de amenazadas, he mejorado…).
 
Mientras el concejal socialista en el Consejo de Promoción Económica gestiona y prepara una dotación para 112 parados. Es incongruente que su partido esté apoyando a un gobierno que no ceja en su empeño de cerrar una fábrica y de eliminar 500 puestos de trabajo estables y de calidad. ¿Debemos de alabarle por dar empleo a 112 personas para seis meses? Yo no, le diría muchas cosas, pero como sé que es de oficio político, y el cargo lleva implícito su deshumanización, solo paso de él, y de algunos más.
 
Creo que he escrito tanto sobre el tema de Lafarge que estoy saturado, he puesto razonamientos por todas las partes, por parte de los trabajadores, y por parte del gobierno.
 
La extracción de piedra tiene sentido, y el porqué debe continuar la cantera, y que se debe regenerar la montaña tiene tanto sentido como que debe de continuar su explotación y preservar los puestos de trabajo.
 
Lo que no tiene sentido es la noticia que he leído. (Porque este gobierno que dice ser tan ecologista y tan defensor del monte, que su preocupación por él está por encima del bien de las personas).
 
La Conselleria ha dotado con un millón de euros al monte público para los trabajos que se realizaran mediante la adjudicación directa a la empresa pública Vaersa, olvidando a las empresas forestales Valencia.
 
Con este dinero resulta que el 70% del territorio forestal valenciano quedará excluido de las ayudas de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente para la retirada de los árboles caídos durante las nevadas del invierno (quedara abandonado como está en la actualidad). Esto, y la falta de limpieza convierte a nuestros montes que ya están llenos de maleza (más bien son unas selvas de matorral seco), en un poco más, un polvorín a las puertas del verano, con los muy posibles incendios forestales. Así lo ha denunciado la Plataforma Forestal Valenciana, alertando de que este abandono formará un coctel explosivo que aumentará el riesgo y la magnitud de los incendios de este verano. (Cuando esto ocurra volverán a hacer puro teatro y a interpretar su preocupación por lo que sucede, cuando es tan sencillo como mantener e monte limpio).
 
No se puede razonar con políticos sin sentido, ni con el empecinamiento personal de un alcalde, al que apoyan los que si no lo hicieran perderían su sueldo y su sillón, y esto es lo único que a ellos les importa, porque saben que no pagaran por el daño que hacen a la sociedad.
 
“Ahora toca que se preocupen los afectados” Esto me decía una persona que no hace mucho perdió también su puesto de trabajo - entonces nadie me echó una mano- y ahora mal vivo en la economía sumergida ¡Como muchos!... Y es que esta clase política corrupta defensora de sus privilegios y de los que se lo garantizan nos ha vuelto así de egoísta, nos hemos embrutecidos, y estamos cabreados, y furiosos contra la sociedad cuando solo hay que estar con unos pocos.
 
Creo que toca, más que razonar, hablar del sistema político, y de la clase política que tenemos en este país, la clase política… Cada día se demuestra un poco mas que es un lastre para la sociedad, como lo es también el Estado intervencionista que ellos han construido e impuesto.
 
Espero que al igual que desaparecieron los antiguos emperadores, reyes absolutos, y el poder directo de la nobleza y de la Iglesia, también desaparezca con el tiempo el actual poder político. Ese día merecerá un gran festejo mundial, porque habrá desaparecido una clase depredadora y poco útil, la única que ni siquiera está obligada a rendir cuentas de sus actos ante sus congéneres, los que pueden arruinar un país sin sufrir castigo, (Z p y algunos más) y que se niegan a someterse a exigencias y controles, y a pagar por los errores y estragos que causan.
 
Tenemos un parlamento en España que es una fábrica de producción de normas, en lugar de una cámara deliberativa, y un exceso de leyes siempre encaminadas a restringir libertades.
 
El dilema no es de izquierda o derecha, de arriba o abajo, el verdadero eje de división política por el que se debe regir el sistema es: Lo concreto o lo abstracto, lo útil o lo inútil, lo justo o injusto.
 
Hoy, todo está configurado para que la alianza compuesta por burócratas, políticos, oligopolios con las famosas puertas giratorias siga siendo de propiedad del Estado, que es donde se encuentra el botín. Cuyos recursos procede de la sociedad productora, una sociedad que se deja entre cuatro y seis meses de su esfuerzo para mantener al Estado con su despilfarro y su pésima y delictiva gestión de estos recursos.
 
Es la mentalidad que nos gobierna la que hay que transformar y para ello no hay otra vía que la reducción del Estado y el cambio de sistema político por uno que no nos asfixie.
 
Hay un filósofo doctorado en periodismo que dice: Si nos permitieran entrenar y aprender, descubriríamos que en el autogobierno está la solución de la mayoría de los grandes problemas que aquejan el mundo, pero jamás lo permitirán, porque los parásitos de la política se quedarían sin sus poderes y sus privilegios, y pone un ejemplo:
 
Pocas cosas son tan democráticas como una rotonda en la carretera. En ellas cada ciudadano sabe las reglas y las cumple, sin que sean necesarios los guardias ni los semáforos, ni autoridad alguna. Las carreteras y ciudades españolas se han llenado de rotondas, pero los políticos se niegan a instalarlas en la democracia, porque quedaría demostrado que el mundo sin ellos funcionaría mejor.
 
Los partidos políticos por definición son los intermediarios entre la Ciudadanía y el Estado. Su deber es interpretar las demandas de la sociedad y transmitirlas al gobierno entendido éste como la personalización del Estado. Los ciudadanos estamos desprovistos de poder para participar en la política, y no tenemos ningún mecanismo para influir y para que se oiga nuestra voluntad (excepto lamentablemente la calle). En España sólo nos queda refrendar las listas de los partidos cada cuatro años.
 
Después de tanta desvergüenza, y de contemplar aterrados tanta corrupción y abuso de poder, nos damos cuenta de que los partidos no ejercen esa función sagrada en democracia de elevar hasta el gobierno los sentimientos y deseos del pueblo, sino que estos partidos se han apoderado del Estado, cierran sus oídos a la ciudadanía y ejercen la política en régimen de monopolio, sin admitir interferencias ni competencias. Por esa razón la ciudadanía está descontenta y frustrada, por esto existe un foso enorme que separa a los ciudadanos de sus dirigentes, por eso decimos que no nos representan, por eso las encuestas reflejan una pésima valoración de los partidos, por eso los políticos son considerados por los ciudadanos como uno de los grandes problemas de la nación. (Ellos son el problema y no la solución). Estoy cansado de decir que lo que funciona que no lo toquen, (refrán alemán) pero ellos parece ser que quieren reeducarnos siguen creando conflictos donde no los había. (Como el de los colegios en Valencia 300mil personas han salido a la calle a protestar). Y problemas reales como el de los taxista con las empresas de alquiler de coches con conductor, este conflicto que tiene cabreado a todo el sector de taxis no lo resuelve (un país de locos).
 
La doble vuelta eliminaría de golpe esos pactos contra natura que el ciudadano tiene que soportar en los gobiernos sin quererlos, y sin que antes les hayan sido anunciados. El fin de las desigualdades en la valoración de votos, la limitación a ocho años de los mandatos, y el endurecimiento de las leyes contra la corrupción, obligando al delincuente a permanecer en prisión hasta que no devuelva el botín, por ejemplo, acabaría de golpe con el 90% de la suciedad que se ha incrustado en el corazón del Estado.
 
Es hora de asumir que España no cambia y no mejora porque a los partidos y sus políticos no les interesa. ¿Es posible que algún día se puedan aplicar las rotondas?
 
Un abrazo de Paco
 
Francisco Gómez Caja

 

 

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