Educación y política

Escrito por Ximo Estal Lizondo
Viernes, 29 Abril 2016 15:08

Hace algo más de un año, el 17 de marzo de 2015, los ministros de educación europeos, junto con la comisaria del ramo, publicaban una declaración en respuesta a los atentados terroristas sucedidos a principio de 2015 en Francia y Dinamarca, y en memoria de atrocidades semejantes cometidas en Europa en un pasado reciente.Se comprometieron a actuar en favor de la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el estado de derecho y el respeto a los derechos humanos. Y se permitieron afirmar que estos valores son comunes a los Estados miembros en una sociedad europea donde prevalecen el pluralismo, la no-discriminación, la tolerancia, la justicia y la igualdad entre hombres y mujeres. Se marcaron cuatro objetivos y propusieron a la Comisión Europea que evaluara en qué medida los estados, que tienen la competencia educativa, habían cumplido sus compromisos.
 
Asegurar que la infancia y la juventud adquieran competencias sociales, cívicas e interculturales, mediante la promoción de los valores democráticos y los derechos fundamentales, la inclusión social y la no discriminación, así como la ciudadanía activa.
 
Mejorar el pensamiento crítico y la alfabetización en los medios de comunicación, sobre todo en el uso de Internet y las redes sociales, para desarrollar resistencia a todas las formas de discriminación y adoctrinamiento.
 
Fomentar la educación de niños y jóvenes desfavorecidos, asegurando que nuestros sistemas de educación y formación se ajustan a sus necesidades.
 
Promover el diálogo intercultural a través de todas las formas de aprendizaje en cooperación con otras políticas sectoriales y otros agentes. Eurydice ha preguntado a los estados qué habían hecho en esta materia y ha publicado sus respuestas justo un año después, el 17 de marzo de 2016.
 
La respuesta más común es que los estados han introducido temas en el currículum reforzando la educación para la ciudadanía, con diferentes matices. El plan más ambicioso en este sentido se ha presentado en Francia con “la gran movilización de las escuelas por los valores de la República”. Curiosamente, en España, se ha suprimido la asignatura.
 
Escocia es el único país que informa sobre el presupuesto que dedica al objetivo 3 (el que menos respuestas ha cosechado). Han puesto en marcha un plan para rescatar a las 57 escuelas más desfavorecidas de Escocia, y otro para el alumnado más necesitado de todos los centros de primaria.
 
La mayor parte de respuestas informan de la puesta en marcha o modificación de plataformas en Internet, algunos cursillos o “paquetes” de formación on line para profesorado, algún programa experimental, más declaraciones o conferencias, teléfonos gratuitos para el alumnado. Dinamarca resolvió el compromiso con una “semana temática”.
 
España informa de un acuerdo, firmado el 13 de octubre de 2015 la Agencia Española de Protección de datos, que parece concretarse también en la puesta al día de una página web.
 
Su objetivo es promover la formación y sensibilizar a niños y jóvenes en el ámbito de la privacidad y protección de datos en Internet, sobre todo en las redes sociales para evitar situaciones de alto riesgo. La presentación por parte del MECD del Plan Estratégico para la Convivencia Escolar, presentada por el ministro el mismo día 13 de octubre, parece responder al compromiso adquirido en la declaración de París. Las hermosas palabras de los ministros de educación de Europa no han impulsado realmente nada. Escocia ya estaba haciendo política educativa antes de la declaración.
 
Dignidad, libertad, democracia, igualdad, derecho, pluralismo, tolerancia, justicia… Es trágico que estas palabras,  hayan sido recordadas por Eurydice justo cuando Europa se conmovía de nuevo de dolor y  vergüenza. Los ministros saben qué hay que hacer para educar bien, puesto que lo escribieron en un documento emotivo y certero. ¿Por qué no lo hacen? ¿Por qué siguen las políticas que siguen, muchas de ellas dictadas por la OCDE?
 
Estuve repasando las clasificaciones de PISA 2013, que evaluaba las competencias en matemáticas. Los diez estados europeos que ocupan las primeras posiciones son por este orden: Liechtenstein, Suiza, Holanda, Estonia, Finlandia, Polonia (PISA lo pone como ejemplo de buena política, porque ha mejorado mucho), Bélgica, Alemania, Austria, Irlanda.
 
Me gustaría saber qué correlación tiene este ranking con la educación de los ciudadanos de estos países, con solidaridad en la acogida a los refugiados, con el aumento de la desigualdad, con la presencia de la ultraderecha en sus mapas políticos, con la corrupción y el clientelismo, con la bondad, con la delincuencia, con la dignidad en el trabajo…

Ximo Estal Lizondo
Sindicalista de Enseñanza de CCOO del Camp de Morvedre y Alto Palancia

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