Las costuras de las bragas

Escrito por Bernardo Bartolomé de la Plaza
Viernes, 05 Febrero 2016 14:11

Fumata negra. Otro año más el Pleno devuelve las cuentas a los corrales. Tenemos el dudoso honor de ser, junto con el concejo astur de Mieres, los únicos consistorios con los presupuestos prorrogados desde 2009. Se rumorea que la UNESCO se está planteando declarar los plenos presupuestarios saguntinos como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Que se preparen los de la Muixeranga de Algemesí. En el próximo Fitur vamos a por todas.

La pasada semana vivimos nuestro particular Día de la Marmota. Muchos años ya repitiendo lo mismo. Demasiados. Y eso que horas antes la cosa estaba encarrilada: se oteaba en el horizonte un pacto con Ciudadanos. Y cuando parecía que el alcalde comparecería en el Salón de Plenos presentando las cuentas cual Moisés bajando del Monte Sinaí con las tablas de la Ley de Dios, ¡zas!, llegan los naranjas y reculan. Pactus interruptus. Se jodió el invento. Se terminó cualquier esperanza de salir del pelotón de los torpes, de ser el farolillo rojo en la clasificación del municipalismo eficiente. Después de varias semanas de negociación entre el tripartito y los riverianos, su avispado portavoz descubre en el último momento que los de Compromís son nacionalistas. ¿Dónde vas? Manzanas traigo. Un lince el chaval, lo que yo les diga.

Las necesidades de los vecinos del municipio han quedado en segundo plano porque la pareja de ediles ciudadanos no ha querido jugarse el puesto que les permite ganarse las lentejas, admítanme la sinécdoque. Parece ser que la orden viene de arriba, de Barcelona o Madrid, que uno ya no sabe si la sede del partido cambia de ubicación según donde resida su santidad Rivera. Para el caso da lo mismo Roma que Aviñón. Nos la han jugado a los saguntinos, nos han vendido por mantener impoluta su estrategia nacional.

Los que pregonaban su procedencia autóctona en los carteles electorales — alarde provinciano donde los haya — pierden la oportunidad de lograr unos presupuestos de consenso. ¿Para qué tanta reunión con el equipo de gobierno? Me consta que los del tripartito estaban ofrecidos y abiertos a todo, políticamente hablando, no malinterprete nadie mis palabras, pero el fortuito edil de Ciudadanos ha preferido continuar con el paripé. O paripepé, que algo de eso también hay.

Anteponer la ideología a la negociación y aprobación de unos presupuestos demuestra la torpe capacidad del portavoz naranja para la gestión pública. Tal vez el compromiso electoral del cambio solo fue otro engaño más, una cancamusa del marketing oficial de su partido.

El que prometía ser azote de la vieja política ha perdido la “a” al cobrar su primer sueldo de concejal y ha quedado reducido a eso, a ser un zote teledirigido, un calientabanquillos profesionalizado. Le queda grande el puesto. En esta ocasión, y aún a riesgo de sentar un precedente, le doy la razón a la señora Teresa García cuando les acusó de “cobardía y falta de honor”. Es más, déjenme finalizar el artículo citando un dicho popular para apostillar las palabras de la edil de Hacienda: quien no acostumbra a llevar bragas, hasta las costuras le hacen llagas.

Bernardo Bartolomé de la Plaza
@BernarBartolome

 

 

SUCESOS

SALUD