Quico Fernández y Bajo Vías

Escrito por Ramón García Ortín
Viernes, 03 Julio 2015 20:48

El pasado día 22 de junio este periódico informaba de la visita que tanto el alcalde de Sagunto, Quico Fernández, como el segundo teniente de alcalde, Pablo Abelleira, habían realizado al barrio Bajo Vías, durante la visita habían podido confirmar los graves y preocupantes problemas que afectan a este barrio. Quico afirmaba: ya nos habían llegado noticias de falta de recursos alimentarios... hemos observado que hay una serie de deficiencias importantes, deficiencias de mantenimiento, tanto de jardinería como de limpieza y mobiliario urbano, así como de mantenimiento del propio edificio, aunque esto es una competencia de la Generalitat Valenciana. Y hemos observado problemas importantes en el entorno de la zona, que lo que hacen es agravar más la imagen de un barrio que ya de por si está deteriorado. Y en ese sentido, nos vamos a volcar en solucionar problemas de estos vecinos que no tienen por qué estar padeciendo un aislamiento y además en unas condiciones tan negativas.

Con respecto a la voluntad del alcalde de cara a mejorar la situación, en todos los aspectos, de este barrio, solo puedo elogiarlo, y espero que la política en este sentido de la actual Corporación Municipal sea todo un éxito.

Pero dicho esto, quiero hacer algunas apreciaciones: habría que preguntarse en primer lugar como es que aparece un barrio como Bajo Vías en semejante ubicación, separado de Sagunto por toda una playa de vías ferroviarias e inicialmente también por la carretera nacional, en su momento colapsada continuamente, rodeado de almacenes y naves industriales. Porque este no es un barrio que haya nacido espontáneamente como un asentamiento en precario, como ha sucedido con numerosas  urbanizaciones de monte y campo.

Este es un barrio que se ha construido donde está de forma consciente, por las instituciones valencianas, orientadas por las saguntinas. Este barrio es fruto de un concepto de ciudad imposible, aberrante, la ciudad lineal, modelo de ciudad  fracasado desde su formulación hace casi un siglo. Algunos, en su obcecación por ponerle frenos a la historia, no dudan en utilizar a los sectores más desfavorecidos, como es el caso, para alargar artificialmente, Sagunto y El Puerto, por uno y otro lado.

Parece ser que hasta ese día Quico no había caído en la cuenta de cuáles son algunas de las consecuencias de esa filosofía de urbanismo y de ciudad, un urbanismo que trata de disimular que somos un municipio con dos ciudades. No todo es achacable a esta política, pero indudablemente los problemas de la gente los agrava.  En este sentido el alcalde escribía, el pasado viernes 26 de junio, en este periódico: Personalment he pogut conéixer la realitat d’alguns dels nostres barris més desfavorits. La problemàtica diària, les deficiències tant en matèria de mobiliari urbà com en qüestions de Serveis Socials o manteniment, la manca de recursos bàsics, l’exclusió social soferta per la majoria dels seus col·lectius…realidad que se dá de bruces con alguno de los principios programáticos firmados por Compromís y ADN, en concreto el que reza: La ciudad tendrá que ser un espacio urbano para la ciudadanía, sostenible y accesible para todas y todos. Queremos nuestra ciudad viva, habitable y verde.

Es importante que Pablo Abelleira, acompañara al Alcalde en este inicio del periplo y lo fuera poniendo al corriente, si es que no lo estaba, de la situación física y jurídica del municipio, porque me imagino que a continuación seguirían visitando el espacio comprendido entre Bajo Vías y El Baladre, otro barrio monumento al disparate. Supongo que Quico le diría: mira Pablo, anticipándonos a lo que dicen nuestros acuerdos, en la legislatura 2003-2007 en la que estuve al frente de la concejalía de urbanismo, todo este espacio, como fase previa a configurar una ciudad verde, procedimos a eliminar todos los árboles y lo que ahora ves en colores grises, marrones y amarillos, es lo que tenemos que pintar de verde, y aquellos edificios de apartamentos que ves en mitad de la nada, rodeados por farolas, forman parte del proyecto Fusión, son el modelo de espacio urbano sostenible y accesible a seguir. Inspirados en el cuento de Hansel y Gretel, por si algunos padres se vieran en la necesidad de utilizarlo, habilitamos el Bosc dels Xiquets, lo puedes ver debajo del tendido de alta tensión.

En fin, podríamos seguir parodiando la situación largo y tendido, pero espero que las recientes declaraciones por parte del alcalde de Compromís estén suponiendo un giro de 180 grados en el concepto de ciudad que hasta ahora mantenía el BLOC.

Espero también, que durante esta legislatura podamos decidir que modelo de estructura administrativa queremos, si un municipio con dos ciudades ó, dos ciudades, dos municipios y dos Ayuntamientos.

Ramón García Ortín

 

 

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