Cuando Nacho me llamó para decirme que se jubilaba le pregunté si podría escribir una nota para el último ejemplar y me puse a pensar qué se dice en un periódico, en esta ocasión. Al final decidí escribir mi historia como Secretaria General de UGT en la comarca con este periódico y, por ende, con Nacho.

Yo salí elegida Secretaria General de la comarca en mayo del año 2016 y, en seguida, Ignacio Belzunces me llamó por teléfono para presentarse y pedirme una entrevista personal; me explicó que nos reuniríamos, que me haría varias preguntas y fotos para un reportaje y para su archivo.

Aunque había oído hablar de Nacho y leía su periódico, entonces tenía edición a papel, nos conocimos personalmente cuando quedamos para hacer ese reportaje, y aunque yo llevaba ya ocho años trabajando en el sindicato, y con un cargo, hasta ese momento mi puesto había sido de temas internos y no estaba acostumbrada a la exposición pública, ni a ser la representante institucional del sindicato. Acababa de incorporarme al puesto de Secretaria General y fue mi primera entrevista. Nacho y yo en un despacho de nuestra sede en la plaza Cronista Chabret de Sagunto, tengo que reconocer que me resultaba difícil contestar a sus preguntas sin perder el hilo mientras me hacía fotos, recuerdo que estaba nerviosa y así se lo hice saber en varias ocasiones, ahora que han pasado ya unos cuantos años al rememorarlo con perspectiva, lo recuerdo con cariño.

Ese día me hizo muchas fotos que ha estado utilizando durante mucho tiempo para acompañar a todas las notas de prensa o artículos de opinión que le he enviado, aunque algunas no eran, ni son, de mi agrado y al publicarlas él recibía un WhatsApp de queja por mi parte; y su respuesta era que «estaba muy guapa o muy natural».

Tengo que decir que durante todo este tiempo hemos tenido una relación con luces y sombras, ha habido momentos de quejas y discusiones, pero hemos llegado a entendernos y diría que a tenernos «respeto y cariño».

Son muy importante los medios de comunicación y lo son más si son cercanos y del propio territorio, por ese motivo desde UGT creemos que es malo para la comarca del Camp de Morvedre el cierre de El Económico y diría que, todos y todas perdemos algo valioso con la jubilación de Ignacio Belzunces, Nacho para los amigos.

Aunque como sindicato tenemos que darle la enhorabuena a Nacho por su jubilación, desearle que la aproveche y disfrute, ya que es un derecho de todos los trabajadores tras su vida laboral y como tantos otros, tras muchos años de trabajo y cotización se la ha ganado, y gracias a su trabajo en el periódico será recordado por todos y todas.

Pilar Tarragón Maicas
Secretaria General de UGT en el Camp de Morvedre

Apenas habían pasado unos pocos días desde las elecciones municipales y autonómicas de 2015 cuando envié el primer artículo de una larga serie que, quincena tras quincena, me han ayudado a reflexionar sobre la realidad comarcal, autonómica y nacional, en este medio de comunicación. Recuerdo su título: Matemática política y, ni de lejos, permitía imaginar en qué se ha convertido, en estos casi diez años, eso que se ha dado en llamar aritmética electoral. Han sido años de muchos cambios, algunos muy significativos y todos de importante calado social. Y en todos ellos ha estado El Económico para contárnoslo y adaptarlo a la realidad de Camp de Morvedre.

El pasado lunes, como cada semana alterna, se me volvió a invitar a participar en esta sección de opinión, pero esta vez la invitación venía acompañada de una mala noticia: Es la última vez. El cierre de un medio de comunicación siempre es una mala noticia, pero el cierre de un medio amigable y cercano como este, lo es mucho más. El Económico nos ha ayudado durante muchos años, primero en papel y luego online, a vertebrar nuestra comarca y a hacernos llegar las novedades que ayuntamientos, instituciones y vecinos iban poniendo en marcha.

Gracias a El Económico hemos sido testigos privilegiados del crecimiento de esta gran comarca que tenemos, del desarrollo de nuestros pueblos y ciudades que, sin abandonar nunca su marcada personalidad rural, han ido mejorando la calidad de vida de sus vecinos periodo tras periodo.

En estos tiempos en que la comunicación interpersonal llega, en muchos casos, a la saturación vía redes sociales, contar con un medio ordenado, creíble y sistemático era un elemento fundamental para ordenar y estructurar la realidad más cercana. A todos nos gusta leer aquello que ya sabemos, nos gusta ver la perspectiva objetiva que el periodismo da a nuestra realidad, y nos gusta ver en las páginas de un periódico aquello que hace pocas horas vivimos en directo.

No voy a permitir que otras presuntas despedidas en diferido eclipsen la que es verdaderamente importante. Pero eso no significa que no vaya a aprovechar la ocasión de esta última reflexión para dar mi opinión sobre el tema. Seré breve. Ni los dimisionarios ni los suicidas avisan de sus intenciones con cinco días de antelación. Una vez más, Sánchez nos toma por tontos y hace que la opinión pública hable de lo que él quiere que hable y no de lo que realmente importa.

No sé qué es eso que tiene que reflexionar. No se tomó ni un par de horas para ceder a las imposiciones de Junts a cambio de sus siete votos, ni para abrir una crisis internacional en su posición sobre el Sáhara, ni para regalar a Bildu el Ayuntamiento de Pamplona. Pero hasta con eso hay que tener cuidado. Cuando Sánchez señala al norte, lo importante está en el sur. No me creo que su intención sea solo centrar las miradas de la sociedad y los medios de comunicación, nacionales e internacionales, en su mujer y en los delitos que presuntamente haya cometido. Probablemente, habrá que llegar algo más lejos y pensar qué se oculta tras esa cortina de humo que nos ha abierto con esa epístola, repentina aunque nunca improvisada.

Me gustaría poderme creer que la despedida de Sánchez es como la de El Económico: cierta. Pero no tengo la más mínima duda de que cualquier parecido será pura coincidencia. Mientras uno ha resultado útil a la sociedad a la que ha dado cobertura, el otro no ha hecho más que trocearla a su antojo y servirse de ella. Mientras uno cierra, de verdad, para siempre su edición, el otro se vuelve a envolver en la mentira, esta vez de una falsa retirada, para seguir manipulando la política y la sociedad.

Pero no quiero alejarme más del tema en que hoy pretendía centrar este artículo. No quiero dejar de agradecer cada vez que se ha tenido en cuenta al pueblo de Benavites a lo largo de todos estos años, ni dejar de lado lo que ha supuesto poder colaborar en una opinión plural y que siempre ha intentado ser responsable y constructiva. Confieso que, edición a edición, he sentido un pequeño cosquilleo al ver mis artículos publicados, que siempre he sentido curiosidad por ver esas frases destacadas en azul y que siempre, siempre, siempre he sentido gratitud por ver impresas esas líneas que siempre me han permitido compartir con sus lectores. Ahora, en el momento de la despedida, cuando cierro este último artículo, solo puedo decir: gracias por elegirme.

Carlos Gil Santiago
Alcalde de Benavites

És la cantarella -el mantra, que es diu ara- que ens han repetit durant els últims anys des dels grans partits “constitucionalistes”, sobretot a partir d’esclatar per fi la corrupció de la família reial, amb l’inimputable rei emèrit al capdavant. Molts no ens ho creiem. Primer perquè la justícia és molt cara; bé ho sabem a Compromís: és impossible en la pràctica enfrontar-se legalment a una multinacional amb tots els seus recursos si no disposes d’una fortuna. Hui no parlem dels milers de funcionaris -judicials i policials- que fan el seu treball diari per a donar solucions als conflictes de la nostra societat. Hui parlem de les altes esferes en què s’ha enquistat una elit que moltes vegades pareix que segueix les indicacions polítiques de les forces ultraconservadores.

No sé si la decisió que el dia 29 prendrà Pedro Sánchez serà motivada per amor, per un estratagema polític, perquè la denúncia de Manos Limpias (una associació ultradretana ja condemnada per actituds “mafioses”) té alguna base sòlida o perquè no està disposat a aguantar la cacera política i mediàtica amb la pèrdua de suport dins del seu partit . La dreta espanyola no ha dubtat mai a usar tots els recursos a l’abast per retornar al poder, i el PSOE sovint ha contemporitzat i no ha atacat a fons un problema arrossegat des de la “modèlica” transició. A Una historia de violència (la transición valenciana, 1975-1982), Borja Ribera documenta la connivència política, policial i mediàtica per acabar amb les reivindicacions nacionalistes del País Valencià, que acabà amb la claudicació del PSOE en l’Estatut de Benicàssim i els últims “retocs” a Madrid. Les agressions feixistes han seguit amb quasi total impunitat fins que el 9 d’Octubre del 2017 s’aportaren fotografies i vídeos dels violents.

El PP ha utilitzat els jutges per atacar els seus rivals. Recordem la condemna de Gómez de Liaño, indultat després per Aznar, pel cas PRISA, pel control de les televisions privades; o la condemna al jutge que prevaricà per a defenestrar Victoria Rosell (Podemos); o la condemna i posterior inhabilitació d’Alberto Rodríguez (Podemos) com a diputat; la persecució per terrorisme a l’independentisme català; o el cas més recent de Mónica Oltra, que s’ha allargat per a concloure que no hi havia cap indici de culpabilitat. I titellaires, rapers, i tot aquell que moleste a Abogados Cristianos i companyia. I mentrestant “ells” dictaminant que la “convivència” començà a trencar-se el 1931, o que la Revolució del 34 fou un colp d’estat...

En fi, espere que puguem veure un futur en què desaparega la desconfiança en la justícia perquè sentim de veres que tot el món té les mateixes possibilitats (econòmiques, ideològiques) de ser tractat, mai millor dit, justament.

Un adeu. La setmana passada anunciava la seua jubilació Ignacio Belzunces, a qui vaig conèixer ja fa dècades quan la seu d’aquest mitjà estava en un pis de l’avinguda dels Sants de la Pedra (això sí, mirant al Port). Ja d’aquella discrepàvem, perquè ell pensava que el nacionalisme valencià no tenia futur i que a Sagunt la UPV (després Bloc i ara Més-Compromís) no tenia res a fer. Durant aquests anys hem seguit amb les discrepàncies: pel segregacionisme; per la defensa del medi ambient, l’agricultura i la qualitat de vida; per la defensa del valencià i la cultura valenciana com a punt de trobada... No obstant, cal reconèixer que sempre hem tingut un lloc a El Económico per a expressar les nostres opinions i que mantindre’s durant tants anys en l’inestable món de la premsa, i més de l’àmbit local, és tot un èxit. Enhorabona.

Lluís Alcaide Balaguer
Portaveu de Compromís per Sagunt

En un mundo globalizado, donde las noticias viajan a la velocidad de la luz y los titulares internacionales dominan los medios, es fácil pasar por alto la importancia del periodismo local. Sin embargo, permítanme argumentar que los diarios locales y los periodistas que los nutren son los guardianes de nuestra identidad como ciudad-comarca y los defensores de la verdad en nuestras calles.

Los diarios locales no son simplemente impresiones en papel o sitios web; son los latidos informativos de nuestras ciudades y pueblos. ¿Por qué son tan cruciales?

Los diarios locales nos conectan con lo que sucede en nuestro entorno inmediato. Desde las decisiones del ayuntamiento hasta las historias personales de nuestros vecinos, los medios locales son el puente entre los hechos y nosotros. Mientras los medios nacionales pueden ofrecer titulares, los diarios locales se sumergen en los detalles. Además, contextualizan los hechos. Saben que no se trata solo de números y estadísticas, sino de personas reales y sus vidas cotidianas.

Los diarios locales no solo informan, sino que también movilizan. Sus reportajes pueden inspirar cambios. Una denuncia pública sobre un problema de infraestructura puede llevar a una solución. La cobertura de una organización benéfica local puede aumentar la conciencia y la participación.

Y en este contexto, y por ser el último suplemento que vamos a leer, hay que destacar – para recordar en la memoria – a “El Económico”, un diario que ha estado presente en la vida de Sagunto y el Camp de Morvedre desde 1986, y esto merece una reflexión. A lo largo de los años, ha sido un testigo fiel de los acontecimientos locales, una ventana a la comunidad y un medio de comunicación que ha conectado a las personas.

Nacho Belzunces, su director, ha desempeñado un papel crucial en la dirección y el enfoque del periódico. Su columna semanal, llena de perspicacia y conocimiento local, ha sido un faro para aquellos que buscan comprender la realidad de la región. Nacho, con su estilo único y su profundo compromiso con la verdad, ha dejado una huella imborrable en las páginas de El Económico.

Este diario no solo ha informado sobre eventos y noticias, sino que también ha sido un reflejo de la identidad y la cultura del municipio. Ha dado voz a las preocupaciones de la comunidad, ha celebrado sus logros y ha mantenido viva la llama del periodismo local.

En un mundo donde los medios de comunicación enfrentan desafíos constantes, El Económico ha perseverado y ha sabido adaptarse. Su longevidad ha sido un testimonio de su relevancia y su compromiso con la verdad. A través de sus páginas, ha tejido una red de historias, opiniones y experiencias que han enriquecido la vida de quienes lo leen.

Hoy se despide, pero cabe recordar que El Económico es más que un periódico; es un vínculo entre las personas y la comarca. Y Nacho Belzunces, como su director, ha sido un guardián de esa conexión. Seguro que seguirá escribiendo, informando y guiando, eso sí desde otro plano. Gracias por ser parte de nuestra historia.

Albert Llueca Juesas
Presidente de l’Arxiu Camp de Morvedre