“El burro no es de donde nace sino de donde pace”

Escrito por Francisco Gómez Caja
Viernes, 15 Septiembre 2017 17:31

Observo ahora lo que hace tiempo no veía. Grupos a primeras horas de la mañana tomando café con ropa de trabajo (es que yo sigo madrugando como siempre). Cuando presto atención me doy cuenta por su acento que son nacidos en otros países, y que han quedado para ir a currar.
 
No sé si se han dado cuenta que después de la superación de la crisis, (según el señor Rajoy) yo la denomino “jodida recuperación” porque muchos españoles muy bien preparados han desaparecido.
 
Durante estos años pasados llamémosle de desequilibrios las ayudas eran para todos los que las necesitaran, y no se miraba el carnet, así lo han vendido, pero la realidad es que el nivel de necesidad era mayor en los emigrantes. Porque no tenían vivienda propia, porque tenían un mayor número de hijos, y pequeños, naturalmente porque tenían un mayor grado de desarraigo que los españoles. Este era el comentario de Eugenio, un albañil que la primera vez que necesitaba de la administración una ayuda -un trabajo- a los emigrantes desde el Ayuntamiento se les daba, y a él se le negaba por este sistema de evaluación.
 
Debe ser por esto que los nacidos fuera han superado la crisis mejor que muchas familias de españoles. Recuerdo haber hablado sobre ello cuando leía las declaraciones de una persona que trabaja en un comedor social, decía: Durante años el comedor se ha llenado de personas emigrantes, hace ya algún tiempo que no hay emigrantes, una mayoría son españoles y se nota enseguida, porque esto siempre bajan la mirada como que sienten vergüenza.
 
Cuando hablaba con Miguel un joven huérfano de 34 años, que pedía cerca de mi casa, este me decía que había terminado aquí, porque en su pueblo y cerca de su pueblo le daba vergüenza pedir (no fuera que le viera algún conocido). Ahora no lo veo -habrá encontrado trabajo- tenia perspectivas de ello la última vez que hablé con él.
 
Ahora podemos decir, la botella de la recuperación económica está medio llena o está medio vacía, según quien la mire. Los emigrantes parecen haber visto brotes verdes porque están volviendo a venir a España. Los españoles por el contrario siguen emigrando, así lo indican las cifras que Instituto Nacional de Estadística ha publicado hace poco.
 
España sigue perdiendo población pero no al ritmo que llevaban el 2013–14 porque ya durante el primer semestre de 2015 el saldo migratorio extranjeros era positivo algo que era la primera vez que ocurre desde el comienzo de la crisis. Esto significa que los extranjeros que vienen a España, superan a los que se marchan.
 
España con casi 47 millones de personas, tenemos más de 5 millones que son emigrantes, la mayoría han regularizado su estado, ya no son extranjeros son nacionalizados, pues españoles.
 
Viene ahora la botella medio vacía, el saldo migratorio de españoles es más negativo que nunca, desde el 2008 se han marchado casi 800 mil. La cifra de españoles que nacieron en España y que viven fuera es de 2´3millones, y estas cifras son orientativas, porque muchos no se inscriben en los consulados, ya que suelen estar lejos, y que al hacerlo pierden su derecho a estar empadronado en España.
 
Un catedrático de sociología explicaba que por un lado se están yendo jóvenes con estudios universitarios una vez terminada la carrera porque aquí no tienen una salida laboral decente. Pero también, y cada vez más, familias jóvenes de entre 35 y 40 años con hijos que tampoco ven futuro en la situación laboral en España, es por ello que está aumentando la emigración familiar “Cuando se desplaza una familia hay menos posibilidades de que vuelva”.
 
¿Porque vienen los inmigrantes y se van los españoles? Se van porque los trabajos que encuentran en España están mal pagados, y a la larga consiguen mejores condiciones en el extranjero, mientras que los inmigrantes vuelven porque empieza a haber cierto número de contrataciones aunque sean mal pagadas. Sus parejas que se quedaron aquí porque no perdieron su trabajo, les dicen que vuelvan que la situación empieza a enderezarse. Y un trabajo mal pagado siempre se lleva mejor estando juntos que separados, y las condiciones sociales son mejores aquí que en sus países (colegios, seguridad social, ayudas y una cierta estabilidad y seguridad etc...)
 
Tenemos que tener en cuenta que durante los 15 últimos años la acción política se ha plegado más aun a las conveniencias empresariales, que demandaban intensa y masivamente mano de obra de bajo coste. Sin calibrar suficientemente sus consecuencias sociales, ni las oportunidades de atraer a otros perfiles laborales.
 
La táctica fue sencilla se retraen algunos segmentos del mercado de trabajo, y como consecuencia disminuye el volumen, y disminuyen los sueldos, y la dirección opta por los forasteros que son mas dúctiles y maleables porque vienen de circunstancias peores. Realmente con astucia y disimulo “Se entornó la puerta de entrada y se ensanchó la de salida”.
 
El depósito de acogida de emigrantes extranjeros se ha llenado de un modo vertiginoso, en apenas una década hemos pasado de menos de 1 millón de empadronados a 5.5 millones, y la proporción de emigrantes se ha multiplicado por seis hasta alcanzar un 12% de los habitantes de este país.
 
Habría que explicar, siendo España el segundo país con más paro de Europa, como ha habido una instalación tan rápida y cuantiosa de emigrantes sin causar graves reacciones sociales. Quizás porque los españoles más mayores tenemos en mente la experiencia de que nuestros padres fueron emigrantes, y las jóvenes generaciones quizás tengan una expectativa ilustrada de la integración europea.
 
Quizás un segundo factor explicativo de la capacidad de acogida de nuestra sociedad, ha sido la heterogeneidad multinacional de España. No olvidemos que aquí somos 17 Comunidades Autónomas, y no tenemos una cierta homogeneidad para tomar decisiones como esta, esto ya lo explicaba cuando hablamos de la independencia de Cataluña. Si este flujo migratorio hubiera recaído sobre una nación homogénea y sin pasado emigratorio el ruido y el rebote habría sido bastante sonoro.
 
Creo que es un buen momento para reflexionar, para ver porque estamos escorados hacia el costado utilitario, se debe abrir otro escenario político que no ignore a estos españoles mayores de 35 años con familia, cuyas perspectivas profesionales y de emancipación personal y familiar se ha visto truncada por un precario mercado laboral, y por un debate político que les ignora.
 
Cuando el mundo se adentra hacia las altas tecnologías nosotros tiramos a los preparados y nos quedamos parece ser con el sector servicios (todos camareros, con todos mis respetos).
 
No podemos seguir padeciendo una realidad en lugar de cambiarla, y aceptar un futuro en vez de imaginar otro mejor más heterogéneo polifacético y diverso.
 
Está muy claro que allí donde quiera que se estés bien allí está la patria. Lamentablemente algunos políticos dicen que estar dentro de Europa es como estar en tu patricia, yo discrepo, aunque el refranero que es muy sabio ya lo dice “El burro no es de donde nace sino de donde pace” y lamentablemente los menos burros pacen fuera de su país.
 
Un abrazo de Paco
 
Francisco Gómez Caja

 

 

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