El guerrero

Escrito por José Manuel Pedrós García
Viernes, 09 Diciembre 2016 15:13

En un artículo sobre Dolores Ibarruri, «La Pasionaria», he leído, entre otras cosas, que ella, como muchos, fue de las que descubrieron que «el mejor guerrero no es el que triunfa siempre, sino el que vuelve sin miedo a la batalla». No sé de quién puede ser esa frase, referida en este caso a una mujer valiente, como todas las que luchan a diario en cualquiera de los estamentos que la vida nos depara.
 
Pero esta frase se puede extrapolar a otros campos diferentes, más cercanos a nuestra realidad cotidiana que a la realidad de cualquier guerra, lejana para muchos de nuestro país —entre los que me incluyo— no sólo de la historia sino de los sentimientos; porque guerrero es sinónimo de luchador, pero no del que lucha en cualquier batalla para aplastar a un enemigo que él no ha creado (y que tampoco siente como tal), sino del luchador que arremete a diario contra todos aquellos que quieren aplastar sus derechos: sus derechos laborales, sus derechos sindicales, sus derechos políticos, incluso —¿por qué no?— sus derechos religiosos o económicos.
 
Vivimos en una sociedad que se afana a diario por crear ciudadanos sumisos, que se resignen a su suerte, que no planteen problemas, que aplaudan con fervor los mandatos del gobierno de turno, y que vayan a votar cada cierto tiempo de una forma ordenada y previsible, que no apoyen a partidos extraños que irrumpen en el panorama político con pretensiones de poder, y, lo que es peor, con pretensiones de acabar con lo establecido para crear un orden nuevo —¡por Dios, qué disparate!—, un orden que favorezca a los más desfavorecidos, a los más humildes y a los más necesitados; y eso no es lo establecido por todos aquellos que desde hace mucho tiempo han implantado las normas por las que hemos de regirnos todos, unas normas insustituibles para ellos, para los que viven (y muy bien) de lo fijado por ellos mismos; y pretenden que nada cambie, o en el mejor de los casos que cambie algo para que todo siga igual.
 
Yo no pretendo romper con nada, ni quemar las naves, ni las banderas, ni arremeter contra todo lo instituido. Eso sería una insensatez, una necedad que no nos conduciría a nada plausible. Siempre he predicado prudencia, reflexión, diálogo y cordura. Algunas cosas son necesarias; hay que conservar todo lo positivo, pero aquello que emponzoña nuestros sentimientos hay que arrancarlo de cuajo, como arrancamos la espina de un rosal que se nos clava en la piel y nos envenena la sangre; porque una cosa es la rosa, vistosa, hermosa y olorosa, y otra la espina con la que el rosal (como algunos políticos) se defiende para mantener la belleza de sus flores. No podemos ser durante más tiempo corderos mansos que sólo obedecen al pastor y a su perro. No podemos tener miedo al lobo, porque nosotros somos mucho más numerosos, y si conseguimos unirnos le podemos plantar cara a ese lobo y a todos los lobos que vengan después con la intención de devorarnos.
 
Hemos de tener el criterio suficiente para poder poner en una balanza las necesidades, los derechos y las obligaciones de todos los ciudadanos, y ver hacia que lado se inclinan los platillos, para poder compensar las carencias y que la balanza se estabilice. No es fácil, desde luego, y sé que es más fácil hablar que hacer. La estabilidad perfecta nunca va a existir, porque la perfección absoluta no existe, pero sí que deberíamos aproximarnos a ese equilibrio, para que todos podamos disfrutar de las bondades de una sociedad, que no siempre premia a los mejores, porque es injusta, pero que anhela con fervor que desaparezcan las desigualdades y que triunfe la cordura, la rectitud, la honradez y la equidad.
 
Si pudiéramos acercarnos a esa ecuación, resolverla entre todos de una forma conjunta y despejar todas las incógnitas, esa sería la mayor contribución que podríamos hacer a la guerra fratricida a la que nos abocan unos pocos cada día, y nos convertiríamos así en «los guerreros que están dispuestos a volver sin miedo a la batalla».
 
José Manuel Pedrós García

 

 

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