Reflexiones sobre el sindicalismo

Escrito por Ximo Estal Lizondo
Viernes, 04 Noviembre 2016 17:19

En la actualidad, el sindicalismo español ve como el número de afiliados va decreciendo lentamente pero continuamente a diferencia de otros paises y por desgracia una determinada sociedad está expresando “ su menosprecio” debido sobretodo a determinados medios económicos e informativos interesados en ello. Ante todo y como sindicalista que soy desde hace más 40 años me gustaría indicar al lector, que los sindicatos son y han sido, digan lo que digan los medios actualmente, los verdaderos gérmenes de la lucha obrera por eso quiero en este artículo y en estos momentos que algunos hablan de “drama sindical” hacer una pequeña reflexión de lo que para mi “humilde opinión” es actualmente y debería ser el sindicalismo sobretodo para los detractores de los sindicatos y del sindicalismo.
 
Para eso hay que ir por partes. Así la primera visión o reflexión es que cuando un dirigente sindical realiza algún acto no es el resultado de una improvisación sino la mayoría de las veces la respuesta a multitud de intenciones y consustancias contrapuestas que lleva toda negociación y debate, y del deseo de no desairar el legado y los objetivos de tanta gente anónima y sacrificada que ha y lucha por conquistas sociales ahora en peligro, y a la vez se tiene que afrontar una responsabilidad, es cierto algunas veces casi empresarial, de financiar a las personas y medios que se requieren para poder hacer un sindicalismo hoy en día.
 
Y por eso, han de seguir negociando con el gobierno de turno tragando los sapos necesarios. Pero por desgracia, para algunos esta visión es distinta, son y han sido compañeros y compañeras que han militado de buena fe en los sindicatos y que ahora están en desacuerdo con las decisiones que se toman o se han tomado. De la misma manera aquellos que continuamos en el sindicato y que todavía creemos en el sindicalismo sufrimos la incomprensión de quienes, a veces sin ninguna legitimidad, nos afean o ignoran una trayectoria combativa, critica y honesta. Tengo que decir que somos nosotros, aquellos que nos mantenemos en el sindicalismo o los que hemos tenido una responsabilidad en alguno de los sindicatos, los que lamentamos que algunos dirigentes hayan sido capaces de ser útil a la derecha más conservadora o hayan caído en la “corrupción”.
 
Pero a mi, personalmente, me preocupa más, por lo peligrosa e influyente que es para el sindicalismo, la visión que promovida por los medios del poder, están influyendo en una gran cantidad de personas, esas personas que sin afiliarse acuden al sindicato a que se les asesore y después no tienen inconveniente en pedir la supresión de subvención a los sindicatos. Es más lo toman como “una iguala” para delegar en la voluntariedad de otros de quienes no cabe esperar un eterno y permanente altruismo. Es ese ciudadano que va “zombi” al trabajo que no se “siente trabajador” cuando alguien hace huelga en la calle y que si acaso se moviliza es cuando está en peligro su único puesto de trabajo. Ese “súbdito” y que no se enfade nadie, no es mi intención en esta reflexión, resultante del pensamiento único que vienen propiciados por los nuevos estilos de vida y la “dominación económica”, y que su pregunta siempre es la misma ¿para que los sindicatos, la huelga o la negociación colectiva si nunca se llega a nada?(según ellos)y sin embargo no les importe nada, ni se plantean que se subvencione con una gran generosidad a la patronal, a la iglesia (incluso que no paguen el IBI) y a otras entidades que promueven una orientación reaccionaria y consolida el “neofranquismo”.
 
Es posible, que efectivamente, como ciertos partidos, los sindicatos para algunos no les representen a la hora de firmar lo que se les propone por parte de estos en algunos convenios, pero pienso, que es un grave error condenar la totalidad de la lucha obrera ignorando los sacrificios que muchos sindicalistas y sobretodo gente honesta ha hecho, y más cuando esto podría y desgraciadamente esta produciendo un vacío por ese maltrato y por consiguiente una debilidad en el movimiento sindical en su conjunto.
 
Tal vez, es cierto, que los sindicatos y los sindicalistas tengamos que hacer una crítica, es posible que esta reflexión sea la mía, y por ello, creo, que debemos analizar conjuntamente de forma colectiva el origen de este deterioro de los sindical. Tal vez no valga, desde fuera, enarbolar prejuicios, sino de acercarse a la realidad de manera comprometida. Por otro lado, pienso que cabe esperar de ciertas actitudes sindicales una mayor apertura y renovación.
 
Por último indicar que no hay mayor peligro que la falta de actitud critica y si no la hacemos iremos aumentando el número de “zombis”, que a lo único que conduce es al peligroso pensamiento único.
 
La ciudadanía y con ello el sindicalismo, no podemos permitir que “esa mafia capitalista” haga posible la “destrucción” de los sindicatos con la excusa de la “crisis”. Tenemos que luchar contra toda manipulación y hacer de la necesidad una virtud, y más cuando vendría bien a todos y todas, trabajadores y no trabajadores en el movimiento obrero de aquel turbulento siglo XIX que nos sugeriría, la verdadera existencia del sindicalismo y su necesidad en la mejora de las condiciones sociales y laborales y con ello en el asentamiento de una verdadera democracia y libertad.
 
Ximo Estal Lizondo
Sindicalista de CCOO del Camp de Morvedre y Alto Palancia
 

 

 

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