Refugiados en la UE

Escrito por Ximo Estal Lizondo
Viernes, 25 Septiembre 2015 15:42

Europa se encuentra ante la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, como consecuencia de las miles de personas que tratan de llegar en busca de protección, motivadas por las inhumanas condiciones en sus países de origen o por situaciones de conflicto de las que huyen.

Al igual que en otros dramáticos momentos históricos, en los cuáles los propios ciudadanos de países de Europa se veían obligados a abandonar sus países y buscar un mínimo de seguridad, es importante recalcar que son personas que huyen de países en situación de grave conflicto humanitario donde existe riesgo cierto para su integridad y la de sus familias, o donde resulta imposible alcanzar unas condiciones de vida dignas.

Por lo tanto, necesitan y merecen la protección que los Estados miembros de la UE tienen la responsabilidad de darles. En el caso de las personas refugiadas, además, la legislación internacional y de la propia Unión Europea, establece una serie de obligaciones ineludibles.

Las organizaciones firmantes entendemos que los Estados e instituciones europeos no están respondiendo de forma adecuada a la crisis humanitaria que se está generando y por tanto denunciamos ésta parálisis que, ante una tragedia de tales magnitudes, es incapaz de plantear iniciativas, dilatando cualquier decisión al respecto.

Asimismo, queremos denunciar que algunos Estados europeos promueven y/o realizan actuaciones que, como el caso de Hungría, ni siquiera respetan el contenido fundamental de los Derechos Humanos recogido en Tratados Internacionales: entendemos que la situación merece que se aborde la cuestión desde una perspectiva responsable, solidaria, eficaz y comprometida.

Es vergonzoso que Europa se muestre incapaz de acoger adecuadamente y en condiciones dignas a las 400.000 personas que, según EUROSTAT, han llegado en situación de riesgo y/o persecución en lo que va de este año 2015.

Reiterar que estas personas huyen y llegan a Europa, en muchos casos tras haber sido víctimas de los traficantes de seres humanos, buscando lo que se supone que es, un espacio seguro de acogida y respeto para sus derechos y donde, sin embargo, encuentran un limbo inhóspito bien de cinismo bien de abierta hostilidad.

Huyen, en definitiva, de países donde precisamente la política exterior de algunos estados ha inducido en muchos casos, interesadamente– procesos políticos que no han garantizado, más bien al contrario, el respeto a los Derechos Humanos y que han desembocado en conflictos bélicos.

Ante esto se  requiere una respuesta inmediata, eficaz y ágil que garantice los derechos de las personas que llegan a Europa, fundamentalmente su derecho a la vida, la integridad física y la dignidad, además del derecho a la protección que merecen y que dicha respuesta se coordine de manera urgente habilitando mecanismos excepcionales a través de las instituciones, organismos y gobiernos europeos, estableciendo vías de financiación para garantizar la eficacia inmediata de las medidas.

Al mismo tiempo, hay que exigir a los Gobiernos Europeos que se sitúen a la altura de las circunstancias y del momento histórico que estamos viviendo y asuman sus responsabilidades facilitando la acogida del mayor número de refugiados posible en cumplimiento de sus obligaciones internacionales.

Asimismo, hay que continuar exigiendo  la finalización inmediata de las respuestas policiales, coercitivas o represivas y de los obstáculos por parte de los Estados europeos que no faciliten la protección y el amparo de esas personas.

Hay que recordar también que la UE adolece de una política común y armonizada de gestión de flujos migratorios y de asilo, cuestión que resulta imprescindible abordar con carácter inmediato desde un punto de vista amplio y constructivo y siempre desde la base del respeto a los derechos de las personas y la garantía de los mismos.

Hay que exigir también al  Gobierno de España que asuma su responsabilidad como Estado democrático, garante de los derechos humanos y los compromisos asumidos en los tratados internacionales sobre protección internacional de personas en situación de riesgo, y:

Que defienda en la Unión Europea la necesidad de una operación permanente de ayuda y salvamento que tenga como único objetivo impedir la pérdida de vidas y salvaguardar la integridad física de las personas que intentan alcanzar la Unión Europea.

Que juegue el papel que corresponde, a nivel europeo y nacional, habilitando las partidas económicas que permitan llevar a cabo una cooperación al desarrollo justa y adecuada a las necesidades reales de los países de los que proceden migrantes y refugiados.

Que reciba y acoja a todos los refugiados y desplazados que corresponda, entendiendo que la propuesta que pueda realizar la UE puede ser un mínimo pero que un país como España con 46 millones y medio de habitantes, puede y debe tener una capacidad de acogida conforme a su capacidad real.

Por último indicar, que en todo esto también es necesario pedir al Gobierno que habilite mecanismos de financiación urgente y extraordinarios para establecer los medios materiales y humanos para el acogimiento ágil y eficaz de dichas personas.

Ximo Estal Lizondo
Secretario General de Enseñanza de CCOO del Camp de Morvedre y Alto Palancia

 

 

 

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