Gracias a las 4.823 personas que han votado a Esquerra Unida y que han permitido que saquemos los mejores resultados de Esquerra Unida en los últimos veinte años, con una subida del 3% con respecto a las anteriores municipales y mil votos más. Dejándonos como la fuerza más votada en muchas mesas del núcleo del Puerto y alguna en Baladre. Y eso, gracias al trabajo de las personas de la candidatura que se han dejado la piel en campaña, pero también al de los/as simpatizantes que han contrarrestado nuestra falta de recursos económicos estando en la calle y en los barrios, explicando y repartiendo nuestro programa electoral. Igual que se ha notado la buena labor que han estado realizando nuestros concejales (Fernando, Paco y Nerea) en los últimos años.
Por tanto, lo que toca ahora es no defraudar a esas personas que han confiado en nosotros y, sobre todo, que nadie tenga duda de que los cuatro concejales de Esquerra Unida, Roser Maestro, José Vicente Muñoz, Nerea Almiñana y yo, nos vamos a partir la cara por la gente y por poner en marcha nuestro programa electoral, sea desde donde sea, oposición o gobierno. Ese fue uno de nuestros compromisos con la gente y lo vamos a cumplir en estos cuatro próximos años.
Nuestro programa, ese que hemos estado repartiendo por todos los colegios, polígonos industriales, plazas y barrios, es nuestro contrato con los/as vecinos/as y nuestra hoja de ruta a seguir. Un documento que pasa por aplicar nuevas políticas basadas en el sentido común y en la defensa de lo público, protegiendo a la gente y poniendo sobre el tablero el principal problema de la ciudad, el paro, pero sin dejar de lado el resto de problemas, que son unos cuantos.
En este sentido, el del paro, ha llegado el momento de que el Ayuntamiento mueva el culo y se ponga las pilas en la generación de empleo estable y de calidad. Nuestra propuesta pasa por detectar, entre todos (asociaciones, Ayuntamiento, empresarios y sindicatos), por qué nuestros polígonos están vacíos y corregir las deficiencias. Además de por conseguir la declaración de zona de preferente industrialización y llamar a las puertas del ministerio y de Bruselas. También apostamos por que la SAG sea una empresa municipal potente y motor de empleo, aumentando los servicios que ofrece y coordinando de forma directa los planes de trabajo.
Otra de las patas en la que hemos insistido durante esta campaña es en el patrimonio y la cultura como generadores de puestos de trabajo. En Sagunto hay vida más allá del turismo de playa y eso lo queremos cambiar, dándole un vuelco al patrimonio histórico e industrial, haciéndolo visible, protegiéndolo, conservándolo y dándolo a conocer, para que sea, junto con la industria, un pilar básico de nuestra economía y no algo molesto que se va degradando como sucede en la actualidad.
Por supuesto, todo ello desde lo público, haciendo bandera, como hemos hecho siempre, de que la gestión directa y transparente desde el Ayuntamiento es mejor y de que no se puede hacer negocio con los servicios básicos. Por ello, vamos a poner encima de la mesa la recuperación de algunos servicios que, en los últimos años, se han privatizado sin que los resultados hayan sido los que nos vendieron. El agua el primero, pero también otros como el servicio de salvamento y socorrismo, la Escola d’Estiu o la Universitat Popular.
Y queremos que en la ciudad la gente viva, no sobreviva, dándole dignidad a las personas, declarando Sagunto ciudad libre de desahucios y garantizando servicios básicos, como agua o luz, a las personas. Además, apostamos por hacer una ciudad más participativa y más abierta, recuperando del olvido los consejos sectoriales (marginados en los últimos años) y creando una red de centros cívicos como puntos neurálgicos de actividad. Para que la gente opine, se mueva, tenga voz y, por qué no, ponga contra las cuerdas al Ayuntamiento cuando tenga que hacerlo.
Más participativa, sí, y también más sostenible, convirtiendo el transporte colectivo y la bicicleta en prioritarios por encima del coche.
En cualquier caso, somos conscientes de la situación del ayuntamiento por lo que sabemos que ésta va a ser una legislatura en la que, por encima de todo, habrá que exigir. Reclamar a la Generalitat toda una serie de equipamientos prometidos y que, por el momento siguen en el cajón del conseller/a de turno, pidiendo la rehabilitación de la Gerencia o la declaración de Bien de Interés Cultural de la Nave de Talleres o el Horno Alto. Sin olvidar promesas como el nuevo instituto en el Puerto, los parvularios de Joaquín Rodrigo y Villar Palasí o el pabellón polideportivo que ahora tendrán que cumplir. Igual que otros compromisos que se han quedado en el aire como la construcción de un centro de día, una residencia para enfermos mentales, un CRIS, o solucionar viejos problemas de la ciudad como el cauce del río, el paseo marítimo o la conexión con el puerto marítimo. Promesas incumplidas que han supuesto problemas crónicos de la ciudad y que ahora, de la mano de todo el Ayuntamiento, es hora de resolver.
Guillermo Sampedro Ruiz
Candidato de Esquerra Unida a la alcaldía de Sagunto
