El sábado 7 de marzo con motivo de la presentación de EUPV GILET, y dada la proximidad del día internacional de la mujer(al día siguiente) no podíamos dejar de homenajear a todas las mujeres de nuestro municipio. Como coordinador de la Asamblea Local de Gilet me reafirmo en este 8 de marzo, en nuestro compromiso con las políticas de igualdad entre mujeres y hombres en nuestro pueblo, como garantía democrática que fortalezca el desarrollo de un modelo social más justo e igualitario en derechos, en el empleo, en la participación económica y el modelo de sociedad que nuestro pueblo se merece.
Queremos desde esta asamblea en este acto conmemorar y celebrar el Día de la Mujer Trabajadora con la presencia de nuestra coordinadora general de Esquerra Unida del País Valencià Marga Sanz que es una luchadora día a día por conseguir un estado de derecho igualitario y justo.
Intervendrá nuestra compañera Asunción García con un acto que nos haga reflexionar y crear un espacio para la crítica y la reivindicación social con la lectura de un manifiesto: “Ni un Paso atrás”. En el Día Internacional de las Mujeres, es la fecha propicia, para reivindicar que la igualdad de las mujeres de Gilet y del mundo sea un hecho y no una mera aspiración con una serie de medidas destinadas a una transformación real de nuestra sociedad, donde las mujeres sean ciudadanas en plenitud de derechos.
“En este 8 de marzo debemos y decimos más alto que nunca, que no más retroceso, que ni un paso atrás en los derechos de las mujeres:
Sin la incorporación de las mujeres en el modelo de pueblo no va a ser posible avanzar hacia la ruptura democrática por un nuevo modelo de país que se construya sobre los cimientos de la igualdad, en un nuevo escenario de relaciones de poder entre hombres y mujeres.
La emancipación y la libertad de las mujeres están en juego con los gobiernos del bipartidismo que obedecen a las políticas de la Troika, rebajando los salarios y las condiciones de trabajo con las sucesivas reformas laborales, ocasionando el incremento progresivo de la desigualdad salarial entre mujeres y hombres.
Hoy las mujeres trabajadoras viven situaciones de extrema precariedad laboral. La mayoría conformándose con el último eslabón de la cadena, sufriendo la sobreexplotación en condiciones infrahumanas y cada vez más desprotegidas de los abusos empresariales. Las mujeres tienen que ser dueñas de la palabra, que se escuche su silencio forzado.
Solo las mujeres tienen que decidir sobre sus vidas, su tiempo, sus proyectos personales y vitales, sus cuerpos y su derecho a interrumpir el embarazo, sin que ninguna institución, ni Estado, ni Iglesia, ni sistema Económico decida por ellas.
Las mujeres quieren que la igualdad de derechos de todos los seres humanos sea real.
¡Las mujeres no quieren ser más importantes que los hombres!, ni ocupar sus espacios y solo quieren salvaguardar sus aspiraciones personales de autodesarrollo, que no solo son y, no necesariamente se resuelven, en la maternidad.
Que las mujeres sean sistemáticamente ignoradas, insultadas con la palabra, con los gestos, en el discurso cotidiano: lleno de estereotipos, chistes y creencias irracionales es una forma horrible de violencia de género.
No podemos consentir que las mujeres sean maltratadas y a veces asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas solo por el hecho de ser mujeres es la manifestación más evidente, dolorosa y real de la violencia de género violencia que debemos tomar conciencia desde la educación en valores no sexistas desde que nacemos.
Pedimos la eliminación de la Violencia de Género y asesinato vil a las mujeres víctimas de la barbarie de sus parejas y ex parejas; víctimas del silencio. Al no tener voz no existen. Pero han muerto y tienen nombre y tenían aspiraciones y familia, personas que las amaban. Todos queremos ponerles hoy voz para que no dejen de existir en la memoria de la sociedad; en la memoria de las personas, mujeres y hombres, que hoy con su presencia nos recuerdan que hay mucho por lo que luchar.
Las mujeres quieren un trabajo digno, y todos tenemos que responder el “8 de marzo “para exigir sus derechos, porque queremos que a trabajo de igual valor, igual remuneración. Porque queremos el reparto del trabajo. Porque queremos más empleo público de calidad, en sanidad, educación y dependencia. Porque queremos igualar los permisos de maternidad y paternidad. Porque queremos acabar con la economía sumergida. Porque la falta de trabajo digno es un yugo que esclaviza a las mujeres, que las hace más vulnerables ante la violencia machista y, en su forma mas extrema, la prostitución. Porque las mujeres quieren ser libres y vivir en igualdad.
Antonio Muñoz Oteros
Coordinador de EUPV de Gilet
