Ante los brutales recortes sociales que está llevando a cabo el Gobierno del Partido Popular, me viene a la memoria las numerosas movilizaciones, huelgas generales incluidas, realizadas en España. Las movilizaciones sirven de catalizador del malestar socio laboral y en la dirección adecuada y con objetivos claros, suelen dar frutos, aunque no siempre se recogen en el corto plazo, pero se gana respeto: mejoras socioeconómicas en ocasiones o freno de agresiones y recortes en otras, aunque estas, sean  difíciles de medir.

Asimismo, conviene recordar  las razones sociopolíticas que motivaron que los sindicatos de clase CCOO y UGT, convocaran huelgas generales contra las políticas económicas y sociales llevadas a cabo, por gobiernos de distinto signo político. En esa línea, quisiera destacar por su significación: la primera contra un gobierno de derechas presidido por José María Aznar el 20 de Junio de 2002 ( hubo cambio de ministros , incluido el de Trabajo, se aceptaron importantes reivindicaciones de los sindicatos e incluso años después, el Tribunal Constitucional declaro inconstitucional la Reforma Laboral)  y  la de  mayor impacto laboral y social como fue la del 14 de diciembre, siendo Felipe González Presidente del Gobierno y que trascendió el marco sindical incorporando, una parte muy importante  de la sociedad civil. Salvando las distancias, ambas tenían características similares: primeras huelgas contra gobiernos de mayoría absoluta envalentonados y arrogantes con abusos de poder, ninguneo a los sindicatos y desprecio al dialogo social, demonización de los sindicatos a través de una intensa campaña mediática anti sindical, cuestionamiento del derecho constitucional de huelga etc...

 

Han pasado 25 años de la huelga de aquella la inolvidable Huelga  del 14 D y cuyos resultados fueron grandes avances laborales y sociales como la Ley de Pensiones No Contributivas, universalización de la sanidad, revalorización de las pensiones mínimas acercándolas al SMI, mejora en las prestaciones por desempleo, derecho a la negociación colectiva de los empleados públicos y la retirada del mal llamado Plan de Empleo Juvenil de 16 a 25 años contrato basura, entre otras.

 

En definitiva, el 14 D, supuso un aumento del gasto social y de impulso para avanzar en la configuración del sistema de protección social, que hemos conocido en todos estos años y por tanto, fueron logros que pasaron a ser derechos de ciudadanía.

 

En mi opinión, las razones que llevaron a CCOO y UGT a dicha convocatoria, están hoy, tan vigentes como entonces. El Partido Popular está desmantelando lo esencial del Estado de Bienestar recortando sus pilares básicos: la educación pública sufre los mayores recortes de la historia, se mete la tijera en sanidad, se reducen las ayudas a la dependencia y las prestaciones por desempleo. Las políticas del PP, está produciendo mayor desigualdad social, mayor pobreza destacando la infantil, aumentando a niveles insostenibles el número de parados (detrás de las cifras hay rostros humanos), incrementando aun más si cabe, el  poder de los empresarios a través de la Reforma Laboral, se recortan salarios, desarticulan e incumplen la negociación colectiva, se facilita y abarata el despido; el Partido Popular y los empresarios, nunca tienen bastantes: son INSACIABLES.

 

Los frutos mencionados del 14 D fueron logros y  conquistas y por tanto, ningún favor ni regalo. En ese sentido, considero que los trabajadores y trabajadoras con dignidad de clase y firmeza, tenemos que continuar defendiendo las conquistas obtenidas en protección social y por tanto el Estado del Bienestar, que el Partido Popular con sus políticas antisociales, pretende liquidar. Hay que seguir vivos. Tenemos el deber ético y moral de hacer frente a las agresiones de la derecha, no valen lamentaciones posteriores.

 

Aunque por experiencia se que no es fácil, nunca lo ha sido, convendría  una vez pasadas las elecciones europeas, de las que sin duda hay que votar, reflexionar seriamente sobre la necesidad de  convocar una nueva Huelga General, teniendo en consideración, que actualmente existen  tantos o más motivos que en las huelgas indicadas. No podemos consentir por más tiempo que el  PP siga llevándonos con los recortes, al empobrecimiento general de la clase trabajadora y nos haga retroceder muchos años atrás,  en derechos y avances sociales y sobre todo que nuestros jóvenes no tengan futuro.

 

Hay que seguir reivindicando el papel de los sindicatos de clase. Es necesario continuar acumulando fuerzas, con la orientación de clase de los sindicatos, tejiendo alianzas con colectivos sociales, la cumbre social puede ser un buen ejemplo, partidos de izquierda etc., pasando a la ofensiva  con el objetivo de  frenar a la derecha política y mediática como se hizo el 14 D con el Gobierno de Felipe González. Nos jugamos mucho en ello.