La planta de AGC en Puerto de Sagunto, dedicada a la fabricación de vidrio, prepara ajustes en su plantilla, así como en la masa salarial de la misma. La caída de la demanda por la crisis, pero sobre todo las importantes obras que ha de afrontar la empresa para garantizar su permanencia en Puerto de Sagunto, son las razones esgrimidas para dichos ajustes.
El motivo central del ajuste, según ha podido saber este periódico, es la caducidad del horno float, una infraestructura básica para la fabricación de vidrio, que lleva operando de forma prácticamente ininterrumpida en la planta desde hace 14 años, compartiéndose en su inicio con la vecina factoría de Pilkington, pero que sólo tiene una vida últil programada de 10 años. La labor de los técnico de la empresa ha logrado mantener el horno en marcha años después de su fecha nominal de vida útil, pero, al parecer, esta no puede estirarse más y requerirá en breve, una renovación prácticamente total de su maquinaria.
Esta renovación supone, según algunas fuentes consultadas dentro de la fábrica, un coste muy parecido al que supondría la construcción de un horno nuevo, un coste que, según la empresa, no puede afrontarse en el contexto actual sin realizar ajustes que aseguren la viabilidad de la planta.
En la actualidad cerca de 140 personas trabajan en la planta de AGC en Puerto de Sagunto, a los que habría que sumar las subcontratas, los llamados servicios externos, que también van a verse lógicamente afectados por la reducción de costes.
Se espera que las negociaciones entre empresa y sindicatos, que permitan saber hasta que punto, y de que forma, se ajustará la plantilla, no comiencen hasta el próximo mes de septiembre.