Desde hace unos 35 años, Ana Bertomeu y su marido, Leandro Pruñonosa, cada 8 de diciembre, montan su espectacular belén en su vivienda situada en la calle Suecia de Almardà, un belén abierto a todos los vecinos y amigos, mayores y pequeños, que quieran visitarlo durante las fiestas navideñas. Un belén artesanal que, año tras año, va cambiando su formato pero donde la espectacularidad del montaje y los pequeños detalles llaman la atención de todas las personas que se acercan a disfrutar de él.
«Nos gusta mucho el belén, lo llevamos montando desde que nos casamos y disfrutamos mucho haciéndolo. Tenemos más de 300 figuras de belén en casa y cada año lo vamos montando de una forma diferente. Algunas de estas figuras eran ya de nuestros padres, porque en nuestras dos casas era una tradición importante montar el belén, con lo que algunas de ellas son de los años 60, unas auténticas joyas», afirma Ana Bertomeu quien asegura que, este año, el montaje del belén es más especial, puesto que han querido hacer un nacimiento diferente, sin una cueva o un pesebre, sino que las figuras de la Virgen María, San José y el Niño Jesús ocupan un lugar central en el conjunto belenístico decorados por un gran palmeral.
Este matrimonio residente en Almardà, cada año, realiza un montaje diferente de este belén para el cual están meses trabajando. «Todos los años, cuando desmontamos el belén, lo tiramos todo menos las figuras y nos ponemos casi a trabajar en el del año siguiente, con ideas que nos van surgiendo. Mi marido es el encargado de hacer los elementos más minimalistas y yo me encargo más de hacer las montañas, las casas y demás. Para nosotros el ponernos a hacer este belén, que este año empezamos la segunda quincena de octubre, es muy relajante, es nuestra manera de desconectar durante todo el año, además que a la gente le gusta mucho cuando viene a verlo», apunta esta vecina de la ciudad.
Este año, además, han querido reproducir la parte del desierto con unas dunas realizadas por ellos mismos y unas grandes palmeras confeccionadas con gran detalle usando bolsas de papel y piñas, entre otros elementos; además, para completar este desierto han realizado varias jaimas que dan color a este montaje. Del mismo modo, otro de las escenas que más llama la atención es el Desfiladero de Petra que han reproducido. «Es cierto que tenemos muchas figuras porque también aprovechamos el cumpleaños de mi marido, que es en diciembre, para regalarle algunas. Por ello, ahora, muchas veces navegamos en Internet buscando ideas pero no de figuras sino de escenas para ver cómo eran las casas de la época, cómo hacer las montañas y demás, siempre estamos dándole vueltas para ver cómo montar cada año un belén que sea diferente porque no nos gusta montarlo igual todos los años. Además, básicamente, el trabajo lo hacemos mi marido y yo, aunque es verdad que, en algunas ocasiones también nos han ayudado nuestros hijos», afirma Ana Bertomeu.
Su pasión por los belenes es tal que, incluso, en el año 2000 decidieron montarlo en el garaje de la vivienda y una amiga del matrimonio, sin que ellos lo supieran, les apuntó a un concurso que realizaba un medio de comunicación a nivel autonómico y, en esa ocasión, lograron el segundo premio de belenes de más de veinte metros de la Comunitat Valenciana.
Así pues, estos vecinos de Almardà quieren invitar a todos los amantes de este tipo de conjuntos navideños, que se acerquen a su casa para poder disfrutar de este belén artesanal al que, año tras año, este matrimonio le pone un mimo y un cariño para el disfrute no solo de su propia familia sino de todos aquellas personas que quieran visitarles durante estas fechas tan señaladas.
