Teatro grecolatino, talleres de cultura clásica, y un sinfín de actividades muy variadas han atraído durante cinco días a unos 15 mil estudiantes a la ciudad de Sagunto. Así han disfrutado de la magia de los talleres de cultura clásica, y del 20 festival de teatro grecolatino, que hace unos días puso una corona de laurel y un obsequio a la espectadora 200.000. Tendrán también un sinfín de actividades que le trasladarán a la Grecia y Roma más antigua convirtiendo Sagunto en el “Centro mundial de la didáctica grecolatina”, así lo define la prensa.

 

Como novedades en esta edición ha habido tres recreaciones abiertas a toda la ciudadanía, con talleres en los que todos los ciudadanos han podido participar sin necesidad de inscripción previa.

 

El Ayuntamiento de Sagunto ha creado el eslogan “CIVITAS AMABILIS” (ciudad amable), con el los vecinos del casco antiguo de la ciudad, que han puesto el eslogan en la puerta de sus casas, han realizado una espléndida labor de ayuda a los estudiantes que han visitado durante dichos días nuestra ciudad. Otra de las novedades es la creación de una APP (una aplicación de software para móviles) para que los jóvenes que vienen de fuera, sepan la localización exacta de los talleres, teatros, bares, servicios públicos y así sea más fácil su estancia en la ciudad.

 

Se presentaron los Ludi Saguntini, y el Festival de Teatro Grecolatino en la Domus Baebia, sede de los talleres de cultura clásica permanente

 

Por lo que respecta a los talleres de cultura clásica, han sido sobre distintas temáticas que ofrecen una mirada al pasado de Grecia y Roma. Tratando sobre escritura antigua, indumentaria, cosmética, cerámica, danzas, ciencia, cocina, mosaicos, tiempo y edades.

 

En referencia al XX festival de teatro grecolatino se ha compuesto en esta ocasión de doce representaciones que se pueden ver en el Teatro Romano. Entre las actividades abiertas a la ciudadanía, destaca la recreación de la vida de Flavia Publica, Vestal Maxima. En la Vía del Pórtic los ciudadanos interesados podrán conocer rituales para la fundación de una ciudad romana ideal.

 

Mientras todo esto ocurría en casco antiguo de la ciudad de Sagunto, en el poblado de Puerto de Sagunto:

 

Un ascensor teleférico elevaba a los turistas hasta la primera plataforma del Horno Alto, la instalación más emblemática de la antigua cabecera siderúrgica, que se alza cual Torre Eiffel Valenciana en Puerto de Sagunto. Simulando la subida en tolva del mineral de hierro, el carbón de coque, y la caliza, que iba a ser fundido en este horno para la obtención de arrabio, uno de los componentes imprescindible para la obtención de acero, la visita al primer complejo siderúrgico de España comienza por tanto a más de 20 m de altura.

 

Esta no será la única opción para disfrutar a vista de pájaro de este itinerario fabril. Una torre panorámica abre la visita al museo industrial, la antigua nave de efectos y repuestos de Altos Hornos. La vieja fábrica siderometalúrgica vuelve a ponerse en marcha cada año en su temporada primavera verano.

 

El metal para fundir ya se ha reemplazado por una media de unos 100.000 turistas anuales, que en los cinco años que lleva andado este complejo, han visitado muestra recreación de la fábrica siderometalúrgica, medio millón de personas, muchos se han quedado con nosotros unos días en el maravilloso hotel con encanto vasco, que se realizo en lo que antiguamente era la cooperativa de productores, y otros turistas con mayor poder adquisitivo en los antiguos chales de los ingenieros situados en la ciudad jardín, y han degustado la magnificas paellas que se sirven en los jardines del restaurante situado en el antiguo casino.

 

La principal característica de este conjunto estable es que sólo quedan en pie dos Hornos Altos en España, uno está en Sestao y otro en Puerto de Sagunto. Hablamos de una estructura única que empezó su producción en 1923, y se reconstruyó en los años 60, y dejó de funcionar cuando la mal llamada reconversión industrial.

 

Hay una sala de audiovisuales, levantada en la base de este emblema industrial, con capacidad para grupos de 100 personas, en donde se proyectan imágenes de la añorada fábrica.

 

El viaje al pasado incluye un paseo ferroviario en locomotora, que está rodeado de enormes piezas originales de la siderúrgica recuperadas. El paseo industrial conecta Horno Alto con el museo industrial, en este itinerario de unos 3 km de distancia por donde pasan los turistas, ya se han instalado unas curiosas piezas, entre ellas la de la última colada de arrabio de 1984 que quedó solidificada, un recuerdo de más de 35 toneladas.

 

La parte del recorrido relativa al museo industrial, parte de una torre anexa al edificio que permite subir hasta el tejado, e iniciar una bajada didáctica en zig-zag por las enormes plataformas laterales originales del interior de la nave, que eran las que permitían a las locomotoras acceder al edificio, y ser reparadas.

 

El escenario es único, y da una idea de cómo funcionaba la industria siderometalúrgica de este pueblo, esta se complementa viendo los archivos y documentos de la Compañía Minera Sierra Menera y los de Altos Hornos, que superan los 100 mil, encontrándose entre ellos miles de fotografías.

 

¿Porque no seguir con la ficción? Hace unos días tenía una entrevista en Sagunto y me fui un rato antes de la hora, y estuve disfrutando de la playa. Algunos dirán este está chalado, pero si en Sagunto no hay playa, bueno esto es una realidad, pero mentalmente siempre hay todo lo que tú quieras, (como lo que acabo de relatar).

 

Dejé el coche al otro lado del río como es preceptivo, y más ahora después de lo que ha caído, es como si lo hubiera dejado detrás de las casas de Menera, vaya usted imaginando el solar de más de 30 años, y el río de más de 2.600 que están por un estilo, sigan poniéndole imaginación y llegarán a la fina suave y blanca arena, bueno sin enfadarse, a las blancas baldosas de su glorieta, con un sol de justicia como en la playa, y sus banderas azules, no moradas, colgando en sus ventanas y balcones porque estamos en Semana Santa, pero en su base altivamente el monumento al general Romeu con pocos jardines, y sus balsas de agua con sus chorros repicando (eso era antes, ahora los chorritos están sepultados y tienen plantas). Mientras el anciano vigila a los niños que están en los columpios, el bullicio de las personas mientras dialogan, o más bien tratan de imponer su criterio por el tono de voz, y las mesas de los bares de alrededor llenas de gente tomándose un refresco o una cerveza con unos cacaos, me recuerdan los barracones cuando en la playa dejaban poner barracones en la arena, el porrón de cerveza los cacaos y los pies descalzos, aquí pueden ser descalzos por el parque, como la película.

 

¿Sabías que la llamada Glorieta o plaza del Cronista Chabrez se urbanizó expropiando los terrenos pertinentes en 1952 por el entonces alcalde José Blasco, luego fue el Sr. Masip quien la volvió a remodelar en 1970, después fue el Sr. Paco Crispín, y por ultimo hizo lo mismo el Sr. Alfredo Castelló? Pero esto es anecdótico. Sigue siendo cada vez más playa, sobre todo porque como no te lleves la sombrilla te pondrás morenito.

 

Por un momento me siento en la sombra, debajo de un chambado con una especie de lona sujeta con perfiles de inoxidable, que no es el cañizo de los barracones, ahora son otros tiempos. La verdad es que como todo está en la cabeza, me ánimo y quería también ver el kilómetro y medio de mi playa, y me asomé desde la puerta del ayuntamiento a esa calle tan larga y estrecha, llena de postes en sus aceras, con una valla y un cartel que ponía carrer tallat, mientras hacía una foto tratando de meter detrás del árbol el ayuntamiento, por lo que haya de verde en las instituciones.

 

Pero no me digan que aún no se imaginan la playa, claro, por qué falta que les diga que también está descargando el camión de las cervezas, pero no se lo había dicho es que además falta entrar en el agua, perdón en el ayuntamiento. Allí estaba José Luis con su uniforme de guardia municipal al que saludé con mucho gusto, y que me dijo que cogiera el ascensor para ir a la tercera planta, “tate”, que en mi pueblo no sabía que en el ayuntamiento había ascensor, normal si no me entero, mira que decir que en Sagunto hay playa.

 

Bueno vosotros no lo creáis, pero siempre se ha dicho que el mundo es de los poetas y de los locos, y solo hay un paso entre la realidad y la ficción, porque decir lo que se piensa, o desea, no es malo. Solo el silencio es una gran mentira.

 

Un abrazo de Paco