De ruta (II)

Escrito por Albert Llueca Juesas
Viernes, 17 Junio 2016 15:21

Podemos recorrer nuestra Comarca saltando de BIC en BIC, o de BRL en BRL. Podemos hacer una ruta por los monumentos y conjuntos históricos, más conocidos y menos conocidos, de una manera que descubramos otro Camp de Morvedre, ¿empezamos?

Molino fortificado Torre Gausa

Iborra Lerma hace mención de cuatro molinos en la bailía de Morvedre en el año 1396: Morer, Na Palaua, Salt y Arquello, que pasan a ser cinco en los siglos XVII y XVIII: Morer, Palaua, Vila, Malany y Gausa. Estos edificios, en manos de la Corona eran gestionados por la bailía local, la cual se aseguraba de hacer efectivos los derechos monopolísticos de la ciudad. Estos mismos derechos se mantienen cuando los bienes y rentas del Real Patrimonio se enajenan, en 1755, a Don Miguel de Múzquiz, secretario de Hacienda y Superintendente General de las Reales Fábricas y Casas de la Moneda, quien en 1783 obtendrá la merced real de Conde de Gausa.

Ya en el siglo XIX, el nuevo marco jurídico iniciado por la monarquía de Fernando VII y la abolición del monopolio sobre la molida, da lugar a un aumento de los establecimientos molineros de la comarca. Se ubica junto a la acequia de Gausa proveniente de una de las cuatro presas o azudes del río Palancia, de la cual recibe sus aguas. Se encuentra a los pies del castillo de Sagunto a pocos metros de la autovía de Sagunto a Segorbe. El conjunto está constituido por una torre y dos naves. La torre se compone de una planta baja y dos altas. La baja y la segunda planta están al igual que las naves cubiertas con bóveda de cañón, mientras que el primer piso está cubierto con revoltón y vigas de madera. El acceso a los pisos que ahora se hace por una escalera muy inclinada, probablemente se haría con una escalera de caracol.

El basamento de la torre es de mampostería y muestra una profusión de sillares, especialmente a las esquinas, arcos y puertas. En la fachada de acceso se encuentra una ladronera o matacán perfectamente conservado. Tanto la entrada como el acceso interior a la segunda nave se abren por medio de arcos el primero de medio punto y el segundo escarzano. La segunda nave donde se encuentran las dos muelas tenía, otro arco escarzano, hoy cegado. Al lado sur de la torre, sobre el gaznate o garguero de la acequia se encuentra una construcción más moderna con cubierta de tejas. El resto del conjunto se cubre con placas de piedra lisa y argamasa. Actualmente con la acequia desviada, el gaznate del molino es accesible y ha sido usado por los propietarios de la casa como almacén. En el interior se puede observar el antiguo emplazamiento de las ruedas, con bóvedas de medio punto cubriendo el conjunto. Cabe destacar, por otra parte, el lagar gigantesco con que contaba este molino. Separada del resto por un muro, la acequia tenía una caída de unos cinco metros, al fondo de la cual se encuentran las dos canaletas que daban a las ruedas después de otro descenso de un metro. El lagar con forma de cono invertido, ha sido usado por el propietario como corral y gallinero durante años, entendiendo que tiene una anchura inusual de 3 a 4 metros. Este es el único molino con lagar que se ha podido observar en la acequia Mayor. Junto a la entrada se conservan dos ruedas de moler yeso. Sobre la entrada se conserva el escudo de los Múzquiz, siendo el único molino de la bailía que aún se conserva.

Torre de San Roque

Durante el siglo XVI se producen en la costa numerosos ataques de piratas. En 1528 las Cortes de Monzón acuerdan la construcción de obras para la defensa del litoral, así como la creación de una guardia costera. Estas fortificaciones, generalmente torres de guardia, tenían como misión avisar del ataque de turcos y berberiscos que venían por mar y desembarcaban en las costas para invadirlas, arrasar los cultivos, saquear los pueblos y llevarse cautivos, todo ello ayudados de los moriscos que descontentos huían con ellos. A fin de evitar que estos hechos siguieran produciéndose, en 1575, el rey Felipe II encargó al virrey de Valencia, Vespasiano Gonzaga y Colonna, un estudio de defensa del litoral. Como consecuencia de lo anterior, durante el siglo XVI, la costa de la provincia de Valencia contaba con alrededor de trece torres de vigilancia y defensa. Aunque la zona costera era de gran peligrosidad, la población bajaba a cultivar sus fértiles tierras. Esto da lugar al levantamiento de otras torres de defensa, como la de San Roque, de ámbito rural, levantadas para albergarse en ellas las gentes en momentos de incertidumbre o peligro. Estas torres, en Sagunto, desempeñaban un papel de avanzadilla en el sistema defensivo de la ciudad y formaban parte de la red de señales de aviso. Se encuentra en terreno llano en el margen izquierdo del río Palancia, rodeada de campos de naranjos y nispereros.

Se accede cruzando el río por el puente que hay al final de la Avenida dels Sants de la Pedra tomando el camino de la izquierda hasta encontrar el camino de la Rosana a mano derecha. Se trata de una torre de defensa de base cuadrada, observándose las huellas de una edificación de dos alturas adosada a su lado sur, y accediéndose a la torre por medio de una entrada situada en la planta alta de la cual todavía queda el agujero. Cerca del costado oeste se conserva una pequeña construcción formada por tres muros bajos y cubierta por bóveda de cañón, sistema de cubrición parecido al de las estancias anexas a la torre del molino de Gausa. La torre de tres plantas fue levantada con mampostería empleando sillares en las esquinas, matacanes y puerta de acceso. Ésta es de arco de medio punto de dovelas pequeñas. Poseía dos matacanes a este y oeste, parcialmente desaparecidos. El hecho de tener la vivienda adosada, junto a otros detalles como la medida de al entrada y el corto número de aspilleras, hacen pensar en su capacidad defensiva limitada, que serviría solo a los habitantes de la alquería, por lo cual se podría relacionar con las alquerías fortificadas de la huerta y formalmente con las masías fortificadas de Gerona, datadas en algunos casos en el siglo XVI.

Albert Llueca Juesas
Presidente de L’Arxiu Camp de Morvedre

 

 

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