Tras la última visita a Madrid de la representación municipal, para entrevistarse con el director general de Industria, ha quedado meridiana y definitivamente acreditado que el proceso de reindustrialización de Sagunto ha perdido un millón de euros. Dicho en román paladio, alguien no ha hecho bien su trabajo y, como consecuencia de una pésima gestión, el resultado ha sido el peor de los posibles, al no poder acceder a esa subvención nominativa. Se podrá decir en japonés, en ruso o en mandarín, da igual el idioma, lo inequívocamente cierto es que alguien que cobra como profesional, ha hecho un trabajo que no haría ni un mal becario.

 

El 14 de octubre de 2015 se aprobó por unanimidad en el Senado una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado de 2016 por la que se incluía una subvención nominativa de un millón de euros para la reindustrialización del Camp de Morvedre. Tendrían que pasar casi seis meses para que, el 12 de abril de 2016, el Gobierno de Sagunto se interesara por ese dinero. Efectivamente, en esa fecha se reunió una delegación de la Corporación municipal con el director general de Industria en funciones, Victor Audera, quien ya dijo aquello de «Me alegro de que hayáis venido, porque estábamos esperando a que alguien se pusiera en contacto con nosotros para saber cómo utilizar esta subvención nominativa». En aquella entrevista, Victor Audera dejó claro que había de tiempo hasta finales de julio de 2016 para presentar la memoria justificativa que permitiera acceder a esos fondos y que dicha documentación debía de aportarla la Generalitat Valenciana.

 

Al final, nadie ha hecho los deberes y, por consiguiente, se ha dejado perder ese dinero. Esto es triste, pero es así. La portavoz de Compromís y diputada autonómica, Teresa García, dice ahora que en vez de un millón vamos a sacar tres millones, enmendando los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso de los Diputados, uno por 2016, otro por 2017 y un tercero por 2018. No sé si la edil nacionalista ha lanzado este órdago, convencida de que se podrá materializar o, simplemente, se trata de otra huída hacia adelante. Ojalá salga bien.

 

Con independencia de lo que pueda ocurrir en el futuro, lo cierto es que aquí hay alguien que ha hecho las cosas rematadamente mal y lo peor de todo es que va a seguir ocupando el cargo y cobrando una buena pasta al final de cada mes. Parece que la política se ha convertido en esa cueva donde, además de los corruptos, habita lo peor de cada casa. Como para ocupar un cargo público solo te exigen ser mayor de edad y estar nacionalizado en España, pasa lo que pasa.