El encuentro jugado este sábado entre el Club de Baloncesto Puerto Sagunto y el Hispagan-UPB Gandia en el pabellón Jose Veral no defraudó. El público, que aupó a su equipo cuando más lo necesitaba y se dejó la garganta animando, disfrutó de un partido disputado, inmejorable y con el mejor final posible, ya que los porteños se impusieron por un punto a los de La Safor a menos de dos segundos para acabar el partido.
Jugaban dos equipos separados por demasiados partidos de diferencia que, a priori, no iban a dar ninguna sorpresa en la tarde. El líder se presentaba con la baja importante de Miller, pero los porteños lo hacían con la de su jugador más valorado, Luiso Torrijo. Sin embargo, tanto unos como otros disputaron un gran partido, de baloncesto rápido y entretenido. Por un lado, el UPB Gandia marcaba diferencias desde el primer minuto con dos triples que fueron anotados demasiado pronto.
Por otro, el CB Puerto tuvo que remar hasta los últimos minutos contra grandes diferencias en el marcador y, de hecho, nunca se puso por delante hasta que quedaron 1’9 segundos para terminar el partido. Hasta 19 puntos llegó a ir por debajo el equipo local. No obstante, la fe, el trabajo defensivo y el increíble acierto en los últimos 13 minutos propiciaron que los de Pau Gaya se fuesen acercando en el marcador hasta ponerse igualados.
El final, propio de cualquier película de suspense, mantuvo en vilo a los espectadores congregados en el pabellón hasta que, en la última posesión y con dos puntos de desventaja, Andrés Pallardó se cruzó el campo, se detuvo en la línea de 6’75 y con apenas 2 segundos de tiempo anotó el triple de la victoria que colocaba al equipo de casa por delante, por primera vez en el marcador, con el resultado final 80-79.
Fue fundamental para la victoria el papel colectivo del CB Puerto, donde todos los jugadores aportaron y fueron importantes en los minutos que estuvieron en el campo. Eso sí, con números destacados como los de Lucas Hoffman, Alejandro Alcañiz y, por supuesto, Andrés Pallardó. Mención especial también a la grada, que no cesó de animar a su equipo y fue fundamental en el ambiente que se vivió en el pabellón municipal.
