La comunidad educativa del CEIP Santa Anna de Quartell exigió ayer en la calle las garantías para una educación pública de calidad. Según han informado desde el consistorio, el edificio del colegio público de Quartell presenta deficiencias graves constatadas en diversos informes negativos por parte de inspección sanitaria. Tanto es así, que la asociación de madres y padres del centro ha anunciado que defenderá la intervención ante las instancias pertinentes para lograr «un espacio digno y de calidad» para sus hijos.
El inicio del expediente de lesividad comunicado al municipio el pasado 19 de enero, en un escrito en el que se contempla la resolución de inicio de expediente de declaración de lesividad de la delegación de competencias en materia de infraestructuras educativas al Ayuntamiento de Quartell para la actuación consistente en aula de primer ciclo, la demolición del comedor y la cocina así como las aulas exteriores, la amplicación y conexión de dos edificios, la conformación de un porche conel vallado perimetral del edificio y la generación de un nuevo acceso así como las instalaciones necesarias para el centro educativo de infantil y primaria motiva la movilización de las familias que tan solo reclaman el derecho fundamental de la educación para sus hijos.
«Queremos ir todos a una en defensa de la educación y el futuro de los escolares de Quartell. No luchamos solo por nuestros hijos sino que esperamos que las obras que precisa el edificio del CEIP Santa Anna salgan adelante. No pedimos nada que no nos pertenezca, solo educación pública de calidad que garantice las mismas oportunidades para todos», apuntaban desde el AMPA.
El edificio del CEIP Santa Anna data de 1969, asimismo el comedor y la cocina se anexaron al centro en 1988 junto a otros espacios y aulas auxiliares que se han ido construyendo con el objeto de dar respuesta a las necesidades del centro. No obstante, la necesidad de contar con una reforma integral del centro incluso la renovación total ha sido una reclamación de la comunidad educativa durante los últimos 25 años.
«Los escolares de Quartell merecen respeto y calidad en las instalaciones como los de cualquier municipio valenciano; la paralización de Edificant limita las opotunidades de nuestros hijos», añadían desde las familias.
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Quartell se sumó a las demandas de una comunidad educativa que reclama «igualdad, educación y calidad desde el diálogo y el respeto».