El alcalde de Sagunto, Francesc Fernández, y el presidente del Consell Agrari, Enric Ariño, mantuvieron ayer una reunión con el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Melero, para tratar el tema de las licencias y sus trámites para el vallado y la construcción de casas de aperos.
Actualmente, el Consell Agrari es el encargado de recibir en primera instancia las solicitudes de los permisos que presentan los interesados. Una vez supervisada toda la documentación, el segundo paso es enviarla a la Conselleria para revisarla. Este paso, normalmente, genera largas esperas en los labradores para poder llevar a cabo las obras solicitadas. Es por este motivo por el que el Consell Agrari solicita mayores competencias municipales en esta materia.
«Lo que le hicimos ver al secretario autonómico es que el trámite es muy farragoso, porque nosotros recibimos la solicitud, pero después tiene que venir un técnico de la Conselleria a supervisarlos. Como tienen pocos recursos humanos, esto se dilata mucho en el tiempo y le hemos planteado la posibilidad de que nos dé una cesión de competencias y que nuestra autorización sea suficiente, de este modo se agilizarían los trámites para dar la licencia o el permiso para poder hacer la obra que quiere», asegura Ariño.
En esta época del año en la que los robos de naranjas están incrementándose, son muchas las personas que desean vallar su parcela. Para llevar a cabo esta obra, el Consell Agrari realiza un trámite administrativo, pero «cuando la gente trae la documentación y le damos el visto bueno a los requisitos, se lleva a la Conselleria y en ocasiones piden un papel adicional desconocido por nosotros y un técnico tiene que desplazarse hasta la parcela para verla y volver a decir que sí», afirma Ariño. Todos estos trámites pueden suponer alrededor de medio año de espera por parte del solicitante, por lo tanto, «es una demanda de los agricultores para poder agilizarlo, tanto para las parcelas como para las casas de aperos», apunta. Anteriormente, esta era una competencia municipal, pero hace unos años la Conselleria volvió a controlar las licencias y esto generó un retraso poco comprensible por parte de los labradores.
